20 razones por las que es increíble ser un turista y tener vacaciones
Los turistas pueden ser un grupo muy odiado para las personas que habitan en las ciudades que visitan, pero una realidad es que a ellos no les importa y además se la pasan genial en cada lugar que conocen.
Según las cifras más recientes de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de la ONU, las llegadas internacionales de turistas crecieron en un 4.6% en la primera mitad de este año.
Aproximadamente 517 millones de turistas internacionales llegaron a destinos entre enero y junio de 2014, 22 millones más que en el mismo periodo en 2013.
Y la razón es fácil: ser turista es increíble. Tanto así que la OMT estableció un día anual para destacar el valor social, cultural, económico y político del turismo el 27 de septiembre.
En honor de los turistas recopilamos 20 razones por las que es genial pasear por una ciudad y tener una repentina necesidad de estar en una fila para un museo de arte del Renacimiento.
1. Puedes comer como un señor feudal todos los días, y aun así perder peso por tanto caminar.
2. Ya sea que estés asustado en el transporte local o estés en el sol junto a una cerveza, estás haciendo algo mejor que lo que tus amigos hacen en casa.
3. La culpa por no utilizar la membresía de tu gimnasio es mucho menos grave que cuando estás en casa.
4. ¿Cervezas frías en la playa/hamaca/cama/bar/en medio de la tarde? No importa si sí lo hacemos.
5. Traer a casa un bronceado y conocimiento mundial es como rociarte en feromonas.
6. Finalmente puedes terminar ese libro con el que te quedabas dormido cada noche durante los últimos tres meses.
7. El clima. Incluso la lluvia parece algo exótica cuando estás en el extranjero.
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8. ¿El ruido de caminar en un nuevo lugar en una mañana de miércoles sabiendo que no estás en el trabajo? Nada puede vencer eso.
9. Los hoteles son como minivacaciones en sí, y alguien siempre está allí para limpiar el baño y servirte bebidas.
10. Puedes vestir lo que sea. ¿Pantalones anchos con una camiseta? Hazlo, nadie dirá nada.
11. Aprendes todo sobre el país que visitas a través de la experiencia, en lugar de National Geographic. O CNN Travel.
12. No tienes que esperar hasta las cinco de la tarde para que sea la hora feliz. Comienza a cualquier hora.
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13. Desde dedos de pie de mono fritos en Indonesia hasta un corte de carne perfectamente asado en Peter Luger en Nueva York, puedes probar las especialidades locales que previamente solo viste en televisión.
14. Aquellas travesuras infantiles que las personas hacen en las fotos; señalar a la cima de la Torre Eiffel, posar con gladiadores falsos en el Coliseo, sí, también puedes hacerlas.
15. Lo más cerca que estás de cocinar es al señalar al pescado que quieres asado para tu cena.
16. Puedes mezclarte con varias nacionalidades. Y después escapar de ellas al día siguiente.
17. Nada es mejor que dormir en un avión o la playa con tu nueva lista de reproducción favorita que suena a través de tus audífonos. Excepto descubrir un mundo de músicos dispuestos a presentarte nueva música desde México hasta Marruecos.
18. Estar gordo y bronceado se ve mejor que estar gordo y pálido.
19. Gastar extravagantemente es fácilmente justificable cuando viajas. ¿Cuándo regresarás a ese lugar? Mejor aprovechas al máximo.
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20. Puedes deshacerte de tu teléfono móvil y tu laptop sin estrés. Phileas Fogg no estuvo conectado durante horas todos los días y tú tampoco tienes que estarlo.
Publicada originalmente en noviembre de 2013, actualizada en septiembre de 2014.