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Dónde estamos a un año del brote del virus del Ébola

Aunque comenzó a tomar relevancia meses después, hace un año estábamos enfrentando los inicios de esta devastadora epidemia
mar 24 marzo 2015 10:26 AM
Liberia
Liberia, ébola Liberia

Hace un año, cuando enviaron al Dr. Stephane Hugonet a Guinea a investigar una serie de muertes inexplicables, él no tenía idea de que estaría luchando contra un brote que se propagaría rápidamente de una pequeña villa al sur de la selva, a través de fronteras, a todo el mundo.

El brote de ébola, que arrasó principalmente Guinea, Liberia y Sierra Leona, cumple un año esta semana. De acuerdo con el conteo oficial, ha infectado 24,000 personas y matado a otros 10,000.

Lee: ¿Quién fue el paciente cero?

Y ha logrado hacerlo debido a una falla institucional en varios niveles: los sistemas de salud pública locales deficientes y una respuesta global increíblemente lenta.

Pero para llegar a donde estamos, tenemos que regresar a ver cómo empezó.

Se necesita una villa

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Antes de que el virus devastara a África Occidental, antes de que las muertes se dispararan a miles, antes de que el brote desencadenara el miedo global, el ébola infectó a un infante de nombre Emile Ouamouno.

El niño de dos años es quien, de acuerdo con los investigadores del New England Journal of Medicine, fue la primera persona en contraer la enfermedad en Diciembre de 2013.

Emile vivía en una villa en la selva al sur de Guinea.

Nadie está seguro de cómo se infectó, pero el ébola se puede transmitir de animales a humanos a través de fluidos y tejido infectados.

Algo que es seguro es que dentro de un mes, el ébola se llevó la vida no sólo de Emile, sino también de su madre, hermana y abuela.

De ahí, se extendió como incendio forestal, pasando a las aldeas cercanas y más lejos por las personas que asistieron al funeral de la abuela. A donde fueron, el virus los siguió.

Cruzando fronteras

Para cuando el Dr. Hugonnet aterrizó en Guinea, no sabía que ya era demasiado tarde.

Hugonnet es el líder del equipo de Capacidades Globales, Alerta y Respuesta y fue uno de los primeros doctores en llegar al sitio.

"Estabamos siguiendo este rumor de un pequeño número de muertes inexplicables en Guinea,” dijo en un relato de los primeros días de la crisis. “Cuando llegaron los resultados de laboratorio, comprendimos que había virus de Ébola Zaire en África Occidental. Era la primera vez.”

Hugonnet estaba trabajando con un grupo de expertos en logística, un antropólogo médico, técnicos laboratoristas, virólogos y especialistas en prevención y control de infecciones.

Era un grupo impresionante de profesionistas con la mission de evaluar la situación rápidamente y tenerla bajo control, mantenerla localizada.

Pero este brote era diferente, dijo Hugonnet.

"La transmisión de persona a persona se extendió rápidamente de un área rural a la ciudad urbanizada,” haciéndolo más difícil de contener, dijo.” Y el brote se estaba haciendo multinacional; se confirmaron casos en Liberia y se sospechaban en Sierra Leona.”

Alrededor del mundo

A partir de esos primeros días, el brote crecería rápidamente.

En julio, Patrick Sawyer se convirtió en el primer estadounidense en morir en un hospital en Monrovia, Liberia.

Su caso aumentó el temor de que el virus se expandiera más allá de los países en el corazón del brote.

Y así fue. Los viajes internacionales llevaron la enfermedad tan lejos como España y EU.

El 6 de Agosto, un empresario con ébola murió en Arabia Saudita. Él había estado en Sierra Leona por trabajo.

Cinco días después, un hermano católico español murió en Madrid.

Y el 20 de septiembre, el padre católico español Miguel Pajares, falleció en Madrid.

El mismo día, un liberiano llamado Thomas Duncan llegó a Dallas, Texas para visitar a unos parientes. Él había estado expuesto al virus sin saberlo, y fue el primer caso de ébola diagnosticado en EU. Él murió unos días más tarde.

Mientras tanto, la enfermedad se tornó devastadora en África Occidental.

Para septiembre, 3,700 niños se quedaron huérfanos en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Los parientes asustados no querían recibirlos, y los oficiales temían que los números de niños sin padres serían más altos, mucho más altos.

 "El ébola está convirtiendo una reacción humana básica como cuidar de un niño enfermo en una sentencia a muerte potencial,” dijo Manuel Fontaine, director refional de UNICEF.

"No podemos responder a una crisis de esta naturaleza y esta escala en las formas usuales. Necesitamos más valor, más creatividad y más, muchos más recursos.”

Inacción Global

¿Por qué no lo hicimos?

En un nuevo reporte mordaz, publicado el lunes, los Médicos sin Fronteras responsabilizaron a una “coalición de inacción global” por esperar meses para responder a la epidemia.

 "La epidemia de ébola probó ser un evento excepcional que sacó a la luz la realidad de que tan ineficientes y lentos son los sistemas de salud y auxilio para responder a las emergencias,” dijo Dra. Joanne Liu, la presidenta internacional de la organización que reporta, “Llevados hasta el límite y más allá.”."

Por ejemplo, para el 21 de marzo de 2014, 78 personas habían muerto, principalmente en Guinea. La Organización Mundial de la Salud dijo en ese momento que, si bien el brote de ébola era serio, era “aún relativamente pequeño.”

"Para que el brote de ébola se saliera tanto de control, fue necesario que fallaran muchas instituciones, “ dijo Christopher Stokes, director general de Médicos Sin Fronteras. “Y lo hicieron con consecuencias trágicas y evitables.”

Los hospitales locales estaban abrumados. La respuesta internacional fue débil.

En octuble, cuando Sierra Leona reportaba infecciones a un ritmo de 5 por hora, la UNICEF dijo que solo había recibido el 25% de los 200 millones de dólares que necesitaba para el apoyo de emergencia de las familias afectadas por el virus del ébola en la región.

Un gran reto permanece, dice Médicos sin Fronteras.

Lee: ¿Cuál es el futuro de la OMS tras el ébola?

"Para declarar el fin del brote, es necesario identificar a cada una de las personas que estuvo en contacto con alguien infectado con ébola. No hay lugar para errores o indulgencia; el número de casos semanales todavía es más alto que en cualquier otro brote y en general, los casos no han disminuido significativamente desde enero.”

Es una noticia aleccionadora a un año del inicio del brote.

Si bien los titulares han desaparecido de la vista del público, la amenaza no se ha ido.

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