Mientras que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha ajustado en tres ocasiones su pronóstico de crecimiento económico -3.5% anunció a principios de años para descender a 3.1% en mayo y, recientemente, anunciar 1.8%-, la industria del calzado se posiciona con la balanza a su favor. Las previsiones son positivas y los productores ya toman cartas en el asunto para aprovechar las tendencias de consumo a nivel global.
De acuerdo con la la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), al cierre de 2013 los productores de calzado podrían exportar hasta 25 millones de pares de zapatos a diferentes mercados internacionales. Esto significaría un crecimiento del 5%, comparado con el año anterior. A este pronóstico se suma que, gracias a la mejora en la calidad con la que trabaja la mano de obra mexicana, el precio por par creció 15%.
Una de las tendencias que aprovechará la industria mexicana del calzado es la demanda de productos de alta calidad de la creciente clase media china. Y aunque el concepto no existe como tal en dicho país, sí hay registros de segmentos de la población con ingresos entre US$10,000 y US$60,000 al año -cuatro veces más que en los últimos 10 años-. Por tanto, la apuesta está en esos consumidores ávidos de productos de calidad a precios competitivos.
Por lo pronto, de acuerdo con los líderes de la CICEG, 80% del total de las exportaciones irá al mercado de Estados Unidos y el resto se dividirá entre Canadá, Guatemala, Japón y Colombia. Respecto a la entrada de calzado mexicano a territorio chino, los productores se muestran optimistas con la reciente invitación que, a través del Instituto Nacional del Emprendedor, recibieron para formar parte de la Feria de Manufactura Internacional (próxima a llevarse a cabo en Cantón, China, en 2014).
Al cierre del primer semestre del año, la industria exportó14 millones 627 mil 538 pares de calzado; esto le valió ingresos por un monto superior a los US$321 millones. Por tanto, esto es sólo el inicio de una internacionalización de marcas mexicanas y, bajo esta premisa, la transformación en la manera de hacer negocio con otros países. Desde la logística, pasando por el cobro en otras divisas y la facturación en aduanas, hasta la obtención de financiamiento para operar fuera del país, todo habrá que modificarlo a favor del negocio.
La asesoría y acompañamiento de una institución financiera con amplia experiencia en comercio exterior es vital para la supervivencia, mantenimiento y fortalecimiento de las compañías mexicanas ante una economía totalmente globalizada y sin fronteras. No espere a que sus competidores lo saquen de la jugada y gane terreno con el apoyo de quienes saben hacer negocios en grande.