En solo tres años, el ingreso per capita de los ciudadanos chinos radicados principalmente en las ciudades de Shangai, Beijing y Shenzhen pasó de US$3,000 en 2010 a US$12,000. De acuerdo con el libro The Chinese Dream: The Rise of the World's Largest Middle Class and What It Means to You, de Helen Wang, actualmente existe un número considerable de habitantes chinos (se calcula que 10% de la población total) que reportan un ingreso per capita de hasta US$60,000.
El crecimiento económico de China generó que cada vez más habitantes obtuvieran los ingresos suficientes para darse una vida holgada. Prueba de ello es que su sector turístico -solo contabilizando al mercado doméstico- reportó en 2012 ingresos por US$433,060 millones, dio empleo a 23 millones de personas de forma directa y contribuyó con un 2.6% al Producto Interno Bruto (PIB). En cuanto a la salida de ciudadanos chinos al extranjero, la Organización Mundial del Turismo (OMT) señaló que el año pasado 83 millones de chinos salieron del país.
Hoy, los ciudadanos chinos son quienes más gastan durante sus viajes. Tan solo el año pasado, el turismo chino generó una derrama económica en el mundo de US$102,000 millones; es decir, 40% más con respecto a 2011. Bajo esta premisa, México busca convertirse en un país amigable con el viajero proveniente de China a partir de la disminución de condiciones para ingresar al país. Por ejemplo, si un turista chino cuenta con visa estadounidense, tendrá automáticamente entrada libre a territorio mexicano.
Sin embargo, esta cifra podría crecer aún más de existir otras opciones de vuelo comercial pues, a decir de los viajeros, las opciones para llegar a nuestro país son muy limitadas. Actualmente, tanto la aerolínea Cathay Pacific como Hainan Airlines analizan la posibilidad de ofrecer vuelos de Hong Kong a la Ciudad de México (la primera) como de Pekín a la Ciudad de México o Cancún (la segunda). De concretarse dichos planes, el sector turístico mexicano experimentaría un importante auge.
La llegada de turismo extranjero significa no sólo actividades de hospitalidad, sino la oportunidad de posicionar en otros mercados productos y servicios mexicanos, incentivar la inversión extranjera directa y cerrar negocios con empresas trasnacionales. De ahí la necesidad de que las compañías mexicanas cuenten con el aval y asesoría de especialistas en comercio exterior a fin de estar a la par de otras organizaciones y así generar ambientes de negocios competitivos. Esto es sólo el inicio.