A punto de finalizar el año, México ha sumado ya varios puntos a fin de fortalecer e incrementar su comercio con otros países. Estados Unidos y Canadá encabezan la lista de quienes obtendrán mayor cantidad de productos y servicios mexicanos, seguidos de los miembros que conforman el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y economías muy puntuales de Europa y América Central.
En la pasada entrega del Premio Nacional de Exportación el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer cuatro estrategias para reactivar el comercio exterior mexicano en el mediano plazo. Se trata de fortalecer los lazos comerciales entre los tres países que conforman el TLCAN; propiciar un espacio de libre movilidad de bienes, servicios, personas y capitales entre México, Caribe y Latinoamérica; diversificar las exportaciones hacia la región Asia-Pacífico, y retomar acuerdos entre México y Europa.
El proyecto es ambicioso y, por tanto, requiere de un marco regulatorio en el que las empresas extranjeras se sientan seguras para operar a la vez que los intereses de las compañías mexicanas sean protegidos en aras de un comercio justo. De ahí que el plan para 2014 sea que los parques industriales en México obtengan la certificación como Operador Económico Autorizado (OEA). Se trata de fortalecer la seguridad de la cadena logística del comercio exterior.
A través de la implementación de estándares de seguridad internacionales no solo se facilitará el comercio con el extranjero, sino que se obtendrán beneficios fiscales. Además, operar bajo estándares de seguridad internacionales convertirá al territorio mexicano en un espacio amigable con el inversionista, competitivo y generará lazos de confianza. Esto, sin duda, se traduce en una reactivación económica muy importante.
Por lo pronto, el desempeño de las compañías mexicanas está cosechando los primeros frutos pues en octubre pasado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó que las exportaciones nacionales reportaron un incremento de 3.4% –equivalente a US$35,000 millones–. El dato se fortalece con la caída de 1.0% de las importaciones y el crecimiento de 4.9% de las exportaciones no petroleras, producto de una fuerte demanda de vehículos ensamblados en México por parte de Estados Unidos.
Tener el apoyo de una institución financiera con amplia experiencia en comercio exterior significa la entrada a un nuevo ambiente de negocios en el que varias economías buscan un lugar protagónico. La senda está lista para recibir la oferta mexicana; por tanto, es responsabilidad de los empresarios prepararse para establecer lazos comerciales profesionales, en absoluta legalidad y con la balanza a su favor.