Uno de los bastiones del comercio exterior mexicano es sin duda, el sector manufacturero. Y es que gracias al desempeño de México en el rubro, hoy éste representa el 83% de las exportaciones; en tanto que de esta cifra, el 26% proviene del sector automotriz. Esto le valió al país la confianza de importantes trasnacionales, como la fabricante de automóviles BMW.
México recibió el mes de julio con la noticia de que la automotriz de origen alemán invertirá US$1,000 millones en la construcción de su primera planta en tierras mexicanas, en el estado de San Luis Potosí. De acuerdo con información de la misma firma, el proyecto está pensado para producir 150,000 unidades, generará 1,500 empleos y entrará en operación en 2019.
Y por si fuera poco, con menos de un mes de distancia la nipona Nissan, junto con Daimler, anunció una inversión de US$1,360 millones destinada a la construcción de una planta en México, en el estado de Aguascalientes, a fin de afianzar sus relaciones entre las marcas Mercedes Benz e Infiniti. Con este proyecto, la compañía automotriz podría generar hasta 10,000 empleos indirectos, sumando su red de proveedores.
El sector automotriz significa para México la oportunidad de contar con una gran fuente de empleos pues de 2013 a 2014, gracias a él, fue posible contabilizar un incremento del 13% –el equivalente a 6,000 empleos directos–. Además, en lo que va del sexenio del actual presidente Enrique Peña Nieto, la producción de automóviles y autopartes representó 32 nuevos proyectos equivalentes a una inversión por US$13,000 millones.
Otra apuesta de inversionistas extranjeros es el territorio del noreste mexicano. Prueba de ello es que los estados de Zacatecas, Coahuila, Durango, Tamaulipas y Nuevo León exportaron, en conjunto, un total de US$70,000 millones. A decir de ProMéxico Global, los sectores automotriz, aeroespacial, agroalimentario, electro-electrónico, el metal mecánico, químico y el petroquímico, y energías renovables fueron los responsables de la cifra.
México está preparado para dar cabida a proyectos de talla mundial. Por eso, formar alianzas estratégicas con instituciones financieras con amplia experiencia en comercio exterior resulta vital si se quiere hacer negocio con grandes transnacionales, ya que esto garantizará un ambiente de negocios multicultural. La oportunidad de expandir mercados llegó.