En medio de una complicada semana para la aprobación del resto de las leyes secundarias que permitirán a la Reforma Energética entrar en vigor, la visita del ministro japonés Shinzo Abe es importante para nuestro país. El motivo: la 31 reunión plenaria del Comité Empresarial México-Japón. Y fue durante la ceremonia de clausura que el presidente, Enrique Peña Nieto, reconoció la excelente relación con el país invitado.
Japón es para México un país clave si de comercio exterior se trata. Y es que el intercambio comercial entre ambos países creció 64% a partir de 2005 –año en que entró en vigor el Acuerdo de Asociación Económica– hasta reportar US$20,000 millones anuales por concepto de la compra y venta de productos y servicios.
Ya en marzo de este año el embajador de Japón en México, Shuichiro Megata, declaró que en 2014 las inversiones niponas en México alcanzarían los US$7,500 millones procedentes de 133 empresas operarias en distintos sectores. Esto vino a reforzar la relación que desde 1999 a este año no solo sumó la presencia de 800 empresas japonesas, sino que reportó un total de US$8,000 millones por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED).
En la clausura de la reunión plenaria, fue el presidente mexicano quien destacó cuatro inversiones niponas por demás poderosas: inversiones japonesas relevantes en nuestro país: Nissan, con más de US$2,000 millones; Honda, con US$470 millones; Mazda, con US$770 millones, y Jatco, con US$220 millones. Entre las cuatro compañías, además de la IED, generan 13 mil empleos directos.
También quedaron varios acuerdos firmados entre México y Japón. El primero es para la cooperación entre la Secretaría de Economía y la Organización de Comercio Exterior de Japón. El segundo, relacionado directamente con la puesta en vigor de la Reforma Energética próxima a aprobar, es un memorandum de entendimiento entre Pemex Exploración y Producción y Japan Oil Gas. Asimismo, se habló de concluir la negociación del TPP (Tratado de Asociación Transpacífico, por sus siglas en inglés).
Países como Japón llegan a México para reordenar el ambiente de negocios. Esto, indiscutiblemente, obliga a las compañías mexicanas a dar un giro de 180 grados en sus prácticas de relacionamiento comercial. En ese sentido, contar con la guía de una institución financiera con amplia experiencia en intercambios comerciales a nivel internacional resulta vital si se desea continuar en el mercado.