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Recarga tu celular con tu propia camisa

Científicos desarrollaron un mecanismo que genera electricidad en la tela al estirarse o frunci la herramienta utiliza la nanotecnología con el efecto conocido como piezoeléctrico.
jue 14 febrero 2008 06:00 AM
El científico Zhong Lin Wang presenta las fibras alternadas.

Cuando menos se espere llegará el día en que las camisas suministren energía para el teléfono celular sin otro menester que su misma misión ancestral de vestir.

Un grupo de científicos ha desarrollado un mecanismo para generar electricidad mediante el trajín de una tela con cables increíblemente diminutos entrelazados en el tejido, un sistema que posibilita la creación de material textil capaz de generar electricidad con sólo estirarse, crepitar o incluso fruncirse con el viento.

El estudio, reseñado en la revista Nature en la edición del jueves, combina la precisión del manejo de elementos ultra pequeños mediante la nanotecnología con el principio elegante conocido como el efecto piezoeléctrico, que consiste en la generación de electricidad cuando ciertos materiales son sometidos a presión.

Aunque el efecto piezoeléctrico es conocido al menos desde el siglo XIX, ahora abre nuevos horizontes creativos mientras el interés por el suministro de energía inspira la búsqueda de fuentes alternativas de poder.

Por ejemplo, una empresa ferroviaria japonesa ha experimentado con tapetes, colocados en los torniquetes, que trasladan la presión de millares de pisadas de los pasajeros en electricidad aprovechable. Investigadores franceses han propuesto capturar la energía que generan las gotas de lluvia al caer en un sistema con propiedades piezoeléctricas.

En cuanto al estudio presentado en Nature, el científico Zhong Lin Wang y varios colegas del Instituto de Tecnología de Georgia cubrieron fibras individuales de tela con nanocables de óxido de zinc. Esos alambres tienen apenas 50 nanómetros de diámetro, 1,800 veces más delgados que el cabello humano.

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Las fibras alternadas están chapadas de oro. Debido a que un estrato de la tela es extendido sobre otro, los nanocables de una capa se restregan contra las fibras doradas de otra, como ocurre con las cerdas de dos cepillos. La tensión y la presión resultantes generan una carga piezoeléctrica que es capturada por el oro y puede ser trasladada a un circuito.

Sin embargo, existe un escollo de consideración para crear las camisas eléctricas. Aunque el óxido de zinc crea un buen filtro solar, no es a prueba de agua. Los científicos deben inventar la manera de dar la protección necesaria a los nanocables, pues de lo contrario una lavadora o una lluvia despojarán a la tela de toda su magia.

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