Lo bueno y lo malo de la Android Store
Un desarrollador que ha vendido su producto en las dos plataformas rivales -primero en iOS y después en Android- revela lo bueno, lo malo y lo feo de la tienda de aplicaciones de Google.
"Ahora que Battleheart lleva vendiéndose algunas semanas, siento que estoy en condiciones de ofrecer mis impresiones de la tienda Android Market desde el punto de vista de un desarrollador", escribió en un post Noah Bordner, veterano en la animación de videojuegos (EA, Lukas Arts, Bungie, son de su autoría).
Su firma, Mika Mobile, ha tenido varios éxitos en la App Store, la tienda oficial de aplicaciones de la plataforma móvil de Apple. El 31 de mayo llevó su último juego, Battleheart, a la plataforma de Google para Android.
Bordner comparte los siguientes descubrimientos:
- Con las aplicaciones de pago se puede hacer un buen dinero en Android: "Al momento, los ingresos diarios derivados de Battleheart en Android son casi el 80% a los reportados en la plataforma iOS. - En la tienda Android, una buena aplicación realmente destaca: "De hecho, hasta diría que un producto de alta calidad y bien terminado tiene más probabilidades de ser bien recibido en Android que en iOS debido a que el listón de calidad en Android Market es patéticamente bajo".
- La instalación en las plataformas Android es un desafío: "Basándome en la cantidad de e-mails que recibo todos los días, los problemas de descarga afectan al 1-2% de todos los compradores, o en términos más prácticos, hay dos o tres descargas que se fastidian".
-El tema de facturación es una pesadilla en Android ( la App Store, en cambio, se hace cargo del tema ): "Hay días en los que quisiera salirme de allí, estoy harto de los niños (o gente adulta que tiene las habilidades de comunicación de un niño) que intentan convencerme de que hubo un error y quieren que les devuelva sus 3 dólares.
Me recuerdo a mí mismo que la opinión promedio de los usuarios indicará que es una minoría la que reporta esos problemas, y que no debería echarlo todo por la borda o tirar el grano con la paja. Pero qué recolección tan molesta.