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Instagram, cerca de zona de peligro

Con el cambio en su política de privacidad, el servicio pone a prueba la lealtad de sus usuarios; la aplicación se arriesga a perder su brillo como sucedió en un momento con Netflix y Groupon.
mié 19 diciembre 2012 01:57 PM
Instagram se vio cuestionada por el acuerdo de compra con Facebook por 735 mdd. (Foto: AP)
Instagram Se espera que en 2017, Instagram atraiga 2,300 millones de dólares en publicidad móviles, según Emarketer. (Foto: AP)

Dicen que no existe la "mala publicidad". Instagram puede estar en vías de probar lo contrario.

Recapitulemos la cadena de acontecimientos: Hace apenas dos semanas, el CEO de Instagram, Kevin Systrom, anunció que el popular servicio para compartir fotos ponía fin a su integración con Twitter, lo que en definitiva significó que las fotos de Instagram ahora ya no aparecen dentro de Twitter. Los usuarios sólo pueden tuitear links a las fotos de Instagram, mostrando únicamente el enlace.

Para ver las fotos, los usuarios son redirigidos al sitio Instagram.com renovado recientemente. Instagram ha recibido incontables críticas por retirar una función que los usuarios de Twitter daban por sentado.

Luego la prensa recogió las declaraciones de Systrom en una audiencia con el Departamento de Corporaciones de California en agosto pasado. Cuando se le preguntó varias veces si él y su popular compañía habían recibido otras ofertas de adquisición, Systrom dijo "no". Según un reciente informe del diario The New York Times, Systrom quizás debería haber dicho "sí". Apenas unas semanas antes de que Facebook anunciara su adquisición de Instagram, Systrom presuntamente mantenía conversaciones serias con Twitter. El precio de venta: 525 millones de dólares en efectivo. Al final, Facebook se quedó con la startup en un acuerdo por valor de 735 millones de dólares. Aún así, persiste la posibilidad de que Systrom pudo haber mentido bajo juramento.

Luego llega la última mala noticia para Instagram. A principios de esta semana, Instagram hizo varios cambios en su política de privacidad y términos de servicio. El principal de ellos:

Para ayudarnos a ofrecer promociones o contenidos interesantes pagados o patrocinados, tú aceptas que una empresa, u otra entidad, pueda pagarnos para publicar tu nombre de usuario, perfil, fotos (conjuntamente con los metadatos asociados), y / o acciones que realices, en relación con contenido pagado o patrocinado o promociones, sin ningún tipo de compensación para ti.

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La idea de que "una empresa u otra entidad pueda pagar" a Instagram por utilizar imágenes del usuario y además lo haga "sin ningún tipo de compensación para ti", realmente tocó la fibra sensible de algunos medios de comunicación y de algunos de los más de 100 millones de usuarios de Instagram. Instaport, una herramienta que básicamente permite a los usuarios descargar sus imágenes de Instagram, registró servidores sobresaturados la mañana del martes, debido al parecer a que algunos usuarios estaban ocupados guardando sus fotos antes de borrar sus cuentas.

Por su parte, Systrom respondió con una entrada de blog que, dependiendo de la perspectiva desde la cual se lea, aclara inocentemente la jerga legal, o equivale a dar marcha atrás.

Sin importar cuál de estas dos lecturas resulte cierta, es difícil no pensar que Systrom e Instagram metieron seriamente la pata cuando consideraron todos estos acontecimientos. "Desde el principio, Instagram fue creada para convertirse en un negocio," escribió Systrom. Bueno, sí, eso es una obviedad. Ninguna startup tecnológica, por muy bien intencionada, es un organismo sin ánimo de lucro. Sin embargo, la forma en que una compañía se vuelve un negocio autosostenible y alcanza la rentabilidad es algo que sus usuarios (y los medios, claro) deben atender de cerca. En efecto, esa es una lección que Netflix aprendió con dolor en los últimos 18 meses cuando hiló error tras error. Por razones totalmente diferentes, Groupon y LivingSocial se han encontrado atrapadas en una espiral de cobertura negativa que, como mínimo, es difícil de manejar.

En otras palabras, Instagram está poniendo a prueba la lealtad de sus usuarios. Ninguna compañía tecnológica, por muy popular que sea, es invencible. Ni siquiera Instagram.

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