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Las cuentas falsas del atacante de Connecticut, ¿un crimen en línea?

Tras el tiroteo masivo, las autoridades del país debaten si deberían presentar cargos por publicaciones engañosas en línea
mié 19 diciembre 2012 04:24 PM

En el concurrido mundo de las redes sociales, con seguidores y Me gusta como divisas virtuales, algunas personas harían lo que sea para llamar la atención.

Publicar un meme en Facebook. Crear una cuenta de parodia en Twitter. Y en casos extremos, difundir algo escandaloso u ofensivo.

En estos días sensibles  después del tiroteo en una escuela en Newtown , Connecticut, Estados Unidos, el mal comportamiento de algunas personas en las redes sociales tiene a algunos observadores preguntándose: ¿las personas deberían ser responsabilizadas penalmente por la información falsa o amenazante que publican en línea? y ¿podrían ser procesados?

El teniente de la Policía Estatal de Connecticut, Paul Vance, comenzó este debate cuando se quejó este domingo con los reporteros por las personas que publicaron información falsa en las redes sociales  relacionada con el tiroteo fatal del pasado viernes , donde murieron 26 personas, 20 de ellas niños, en la escuela primaria Sandy Hook.

“Ha habido información engañosa de personas que se hacen pasar, en este caso, por el tirador, usando otras identificaciones, imitando la escena del crimen y la actividad criminal que se llevó a cabo en esta comunidad. Ha habido algunas acciones amenazantes”, dijo.

“Estos temas son delitos. Serán investigados, a nivel estatal y federal”, añadió. “La acción judicial se llevará a cabo cuando las personas que difunden esta información sean identificadas”.

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Vance no dio detalles sobre qué publicaciones hablaba. Pero una búsqueda rápida en Twitter arroja muchas cuentas aparentemente creadas para aprovechar la notoriedad de  Adam Lanza, el tirador . Una estaba escrita como si estuviera desde la perspectiva de Lanza y hacia alardes de la masacre. Tenía casi 900 seguidores hasta la noche de este lunes antes de que fuera desactivada.

“Es enfermizo. Es odioso. Pero no sé lo que (la policía) puede hacer sobre eso”, dijo  Lauri Stevens, una estratega de redes sociales  que trabaja como consultora en organismos policiales.

Otros tuits alentaban a la gente a tomar acciones violentas en contra de los miembros de la Asociación Nacional de Rifles (NRA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, un grupo de cabildeo de derechos de armas.

En EU, las leyes que rigen el acoso, amenazas y suplantación de otros en línea varían de estado a estado. En Connecticut, el acoso puede ser un delito grave, dependiendo de la gravedad de las amenazas, y se castiga hasta con cinco años en prisión. Desde los tiroteos en Newtown, las autoridades del estado han hecho hincapié en que la ley se aplica en comunicaciones vía internet, al igual que otras formas.

“Cualquiera que acose o amenace a las víctimas, las familias de las víctimas o testigos de estos crímenes terribles o cualquiera que interfiera de cualquier forma con las investigaciones estatales o federales en curso será remitido para un enjuiciamiento federal o estatal hasta el grado máximo permitido por la ley”, dijo Tom Carson, un vocero de la oficina de la oficina de la Procuraduría de Connecticut.

“El acoso no solo incluye contacto en persona, sino también contacto a través de internet, redes sociales y el teléfono”.

A pesar de la naturaleza perturbadora de algunos mensajes de redes sociales sobre los tiroteos, varios expertos legales contactados por CNN cuestionaron si las autoridades de Connecticut podrían presentar cargos exitosamente en contra de cualquiera que los publicara.

Las acciones judiciales por actividades en redes sociales aún son extrañas. En octubre un hombre de 19 años  fue sentenciado a 12 semanas en prisión  en Gran Bretaña por publicar lo que un juez llamó comentarios “despreciables” en su página de Facebook sobre una niña desaparecida de cinco años.

Y en un caso de ciberbullying altamente publicitado, una mujer de Missouri, Estados Unidos, fue condenada en 2008 después de que los fiscales dijeran que creó un perfil falso en MySpace para hacer amistad y luego abandonar a una vecina de 13 años, quien se suicidó tiempo después.

Los fiscales federales acusaron a la mujer, Lori Drew, bajo un estatuto que prohíbe el acceso sin autorización a las computadoras. Pero un juez revocó la condena, al decir que si Drew era encontrada culpable de acceder ilegalmente a una computadora, cualquiera que haya violado los términos de servicio de MySpace debería ser culpable de un delito menor.

“Tenemos una base de libertad de expresión en este país. Decir cosas sobre el tiroteo de Connecticut 'de alguna manera en una forma amenazadora’ (…) no va a poder procesarse, en su mayoría”, dijo a Josh Levs de CNN, Ryan Calo, un profesor en la Escuela de Leyes de la Universidad de Washington en Estados Unidos.

“Lo que la acusación tendría que demostrar es que la publicación, o el tuit, o lo que sea que es, fue hecho intencionalmente (…) para interferir con la investigación, para crear pánico público”, añadió Calo. “Y es una expectativa alta para mostrar”.

Stevens, la consultora de redes sociales, cree que las autoridades tendrían una mejor suerte al perseguir a los usuarios de redes sociales cuyo comportamiento cruce la frontera “de decir cosas insultantes (…) a hacer que alguien se sienta inseguro”.

Citó  el caso de un hombre de Toronto, Canadá , quien fue arrestado el mes pasado y acusado de acoso criminal después de enviar a una mujer una serie de mensajes ofensivos en Twitter. La mujer, Stephanie Guthrie, construyó su caso al documentar tuits a través de capturas de pantalla y una cuenta no listada de Storify.

“Desafortunadamente, en lo que se refiere al acoso, la carga de recolectar tanta información como puedan recae en la víctima”, dijo Guthrie a The Toronto Star.

Stevens cree que habría más acciones judiciales en contra de estos casos si los policías estuvieran lo suficientemente familiarizados con las plataformas sociales para investigar acusaciones de acoso en línea. La policía también necesitaría cooperación de empresas como Facebook y Twitter, que normalmente han sido renuentes a revelar las identidades de los usuarios, dijo.

“No tenemos muchos precedentes legales. Así que las personas no saben qué hacer”, dijo.

Queda por ver si las autoridades de Connecticut presentan cargos en contra de cualquier usuario de redes sociales en relación con el caso de Newtown. Pero Ben Wizner de la Unión Americana de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) cree que tienen una ardua batalla.

“La policía está para proteger nuestra seguridad y no nuestros sentimientos”, dijo Wizner, director del Proyecto de Expresión, Privacidad y Tecnología de la ACLU. “Si su sugerencia (la de Vance) es que cualquiera que publique información falsa sobre este caso en redes sociales esté sujeto a arresto, eso sería extremadamente inconstitucional”.

“Hay una tendencia (entre las autoridades policiales) a reaccionar de forma exagerada con la nueva tecnología. Pero las cuestiones legales son las mismas”, dijo. “Puedo entender por qué las autoridades policiales se molestarían por la difusión de información falsa. Pero eso no la hace criminal”.

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