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¿Control mental? Un científico se 'apodera' del cerebro de otro

Investigadores de la Universidad de Washington mostraron cómo se podía controlar el movimiento de una persona con el cerebro de otra
jue 29 agosto 2013 01:37 PM
control cerebral
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De vez en cuando ves algo que te hace pensar: el futuro ya está aquí.

Investigadores en la Universidad de Washington, en Estados Unidos, demostraron lo que dijeron es el primer ejemplo de una interfaz cerebral humano a humano no invasiva.

En un  video publicado en línea , muestran cómo un científico pudo controlar los movimientos de la mano de otro colega a través de las señales cerebrales enviadas por internet.

Los dos participantes en esta demostración fueron los investigadores Rajesh Rao y Andrea Stocco. Ambos fueron situados en partes diferentes del campus de la Universidad de Washington. Controlado por el cerebro de Rao, uno de los dedos de Stocco se movió sobre un teclado.

Una junta de revisión ética les dio permiso específicamente a los dos investigadores (y a nadie más) de probar el experimento, comentó Stocco.

“Hasta ahora, somos los únicos seres humanos cuyos cerebros están conectados”, dijo Stocco, un profesor asistente de investigación en el Instituto de Aprendizaje y Ciencias Cerebrales de la universidad.

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Ambos han realizado varias pruebas de esta comunicación cerebral en su  estudio piloto , que no ha sido publicado y esperan expandirlo.

Cómo lo hicieron

Rao usó un gorro con electrodos que estaban conectados a una máquina de encefalograma —un aparato que lee la actividad eléctrica del cerebro—. Rao jugó un videojuego sin utilizar sus manos, solo con el uso de su mente. Al imaginar mover su mano derecha, podía mover un cursor en la pantalla de la computadora para hacer clic en “dispara”, para ordenar a un cañón disparar a un objetivo. El objetivo del juego es atacar a los cohetes disparados por barcos pirata y evitar dispararles a los aviones con suministros.

Mientras tanto, en el laboratorio de Stocco (al otro lado del campus), Stocco portaba un gorro morado para nadar. Una bobina de estimulación magnética transcraneal fue colocada a la izquierda de su corteza motora, la parte del cerebro que controla el movimiento de las manos.

La actividad eléctrica del cerebro de Rao  fue leída por la máquina de encefalograma que envía señales por internet al cerebro de Stocco por medio de la bobina de estimulación magnética transcraneal. La señal activó las neuronas de Stocco que generaron que la mano derecha del científico se moviera.

Debido a esta conexión, el pensamiento de Rao sobre mover el cursor causó que casi simultáneamente Stocco presionara la barra espaciadora de su propio teclado con su dedo índice derecho.

Stocco dice que la primera vez “no sabía precisamente si mi mano se movía porque en realidad recibí la señal de la máquina o si estaba nervioso”.

“Nunca me muevo nerviosamente, así que estaba bastante seguro de que era la señal, así que me sentí feliz”.

Advertencias

Todo esto suena futurista y espacial, pero espera: este estudio aún no ha sido publicado en una revista especializada, lo que es un estándar de oro para los resultados científicos, dice el médico Miguel Nicolelis, profesor de Neurociencia en la Universidad Duke en Estados Unidos.

Nicolelis es pionero en técnicas de interfaz cerebro-computadora y cerebro-cerebro.

Stocco dijo que él y Rao planean presentar sus resultados a revistas, pero querían difundir rápidamente la información después de que tuvieran evidencia de su éxito.

Es más, dice Nicolelis, Stocco no interpretaba conscientemente la señal de Rao. En su lugar, la señal cerebral causó que el dedo de Stocco se moviera involuntariamente.

La ausencia de elección en esta situación lo hace menos impresionante desde un punto de vista científico, dijo Nicolelis. El mismo efecto podría haberse logrado por medio de un teléfono celular o computadora que generara el movimiento involuntariamente.

“Es como un truco técnico, pero no cruza el umbral de la comunicación cerebro a cerebro”, dijo.

Lo que pasó antes

Investigadores de la Universidad Harvard en Estados Unidos  también demostraron  que un humano podía mover la cola de una rata con su mente, al traducir las señales neuronales de la persona para excitar el área motora de una rata, la cual tenía un sensor motor en su cuerpo. Este estudio fue publicado en la revista PLOS One a principios de este año.

Una verdadera interfaz cerebro a cerebro involucraría la capacidad de elección, y de retroalimentación, dijo Nicolelis. En otras palabras, el receptor tendría la capacidad de enviar señales de respuesta al remitente.

La propia investigación de Nicolelis mostró que esta técnica, aunque más complicada, es posible, al menos en los roedores. En un experimento descrito en la revista  Scientific Reports dos ratas fueron colocadas en cámaras separadas con varias palancas.  Los cerebros de estas ratas estaban conectados  a través de series de pequeños electrodos. Una rata recibió una señal visual sobre qué palanca llevaría a una recompensa de un vaso de agua. Cuando esta rata presionaba la palanca correcta, la segunda rata recibía actividad cerebral de la primera rata correspondiente a esa decisión.

Los investigadores creen que las ratas receptoras utilizaban e interpretaban activamente esta información, no solo presionaban una palanca involuntariamente, debido a que la rata receptora presionó la palanca correcta aproximadamente un 70% de las veces. El resultado, aunque es bastante alto, no es un 100%.

Pero ésta es la parte más impresionante: las ratas parecían demostrar una colaboración recíproca en su red cerebral; la rata que enviaba la señal cambiaba su función cerebral y su comportamiento cuando la rata receptora no presionaba la palanca correcta.

Los investigadores manipularon esto al no darle una recompensa completa a la rata remitente si la rata receptora se equivocaba.

Este tipo de comunicación recíproca entre humanos aún tiene que demostrarse. Pero eso no significa que no es posible.

Investigación futura

Por ahora, los científicos de la Universidad de Washington pueden mostrar su técnica al utilizar  señales cerebrales sencillas , pero esta tecnología no permite que las personas puedan leer los pensamientos entre sí.

Y no te preocupes, la investigación fue realizada en un laboratorio, de acuerdo con un protocolo estricto de pruebas en humanos, así que no se utilizaría para controlar el comportamiento de una persona sin su consentimiento, según los científicos.

La tecnología todavía está en sus primeras etapas, pero Stocco piensa en muchas aplicaciones prácticas: por ejemplo, un cirujano podría controlar las manos de otro cirujano en entrenamiento durante una operación. Stocco también dijo al  departamento de prensa  de la Universidad de Washington que una persona con discapacidades podría señalar que quiere comida o agua, o un piloto que esté incapacitado podría ser asistido desde la tierra.

“Fue emocionante y espeluznante ver una acción imaginada de mi cerebro traducida en una acción real por otro cerebro”, comentó Rao. “Esto fue básicamente un flujo de información de una vía de mi cerebro al de él. El siguiente paso es tener una conversación recíproca directamente más equitativa entre los dos cerebros”.

Los investigadores dijeron que tenían la intención de realizar otro experimento que involucrara información más compleja de un cerebro al otro. Stocco y Rao probarán la técnica en más personas si esto es exitoso y es aprobado por el consejo ético.

Si pueden realizar un avance tecnológico para hacer posible lo que Nicolelis demostró en las ratas, esto, literalmente, podría ser, una reunión de mentes.

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