¿Cómo pueden sobrevivir tus fotos dentro de 100 años?

Si realmente quieres asegurarte de que la información importante almacenada en Internet sobreviva para la posteridad, ponla en papel. 

Ese es el consejo de uno de los “padres de Internet”, Vint Cerf, quien es reconocido como el codiseñador de la arquitectura del Internet. 

“En nuestro fervor por emocionarnos con la digitalización, digitalizamos fotografías pensando que eso las hará durar más tiempo, y eso podría ser incorrecto”, dijo en una conferencia tecnológica, de acuerdo con Engineering and Technology Magazine . 

“Yo diría que si hay fotos que realmente te interesen, debes crear una versión física de ellas. Imprímelas”, continuó. 

Cerf está hablando de un tema que cualquiera que se haya mantenido al día con los cambios tecnológicos eventualmente ha combatido: un documento almacenado en un disquete es de poca utilizad ahora porque el software no puede leer el archivo antiguo y las fuentes ya no existen. Y la única forma de descubrir esos problemas es si hubiera una computadora cerca que aún lea disquetes. 

Y la cuestión no termina allí. ¿Qué sucederá cuando las computadoras del futuro ni siquiera usen Windows, por ejemplo? 

Una solución que despertó su interés: toma una instantánea (snapshot) de la computadora entera, incluido el documento, la configuración, el programa, el sistema operativo completo y almacénala de forma segura. Toda esa información es esencial porque las computadoras en el futuro no tendrán ningún contexto para comprender los programas de los que dependemos hoy. 

La instantánea es básicamente un programa de computadora que puede, en teoría, funcionar en cualquier ordenador una vez que sea introducida manualmente por un humano futuro. 

Incluso si nosotros nunca deseamos acceder a nuestros documentos antiguos, los historiadores algún día lo harán. 

“Imaginemos que existe una Doris Kearns Goodwin del siglo XXII y ella decide escribir sobre el comienzo del siglo XXI y busca reproducir las conversaciones de la época”, dijo, según la revista. 

“Ella descubre que hay una gran cantidad de contenido digital que, o bien se ha evaporado porque nadie lo salvó, o existe pero no es interpretable porque fue creado por un software que tiene 100 años”. 

Eso es como ver a personajes tallados en tablas de piedra, pero no entender el idioma. Es difícil anticipar lo que los tecnólogos o historiadores del futuro estarán buscando. 

Pero a pesar de que utilizarán tecnología que no podemos imaginar hoy en día, si imprimimos ahora lo que hemos digitalizado, al menos tendrán lo que realmente nos importaba a nosotros; en un pedazo de papel.