Inspirados en la amargura
Hace tiempo, dos seres de cuentos clásicos odiaban la Navidad: uno era El Grinch y otro Scrooge. Cómo El Grinch robó la Navidad fue creado por Theodor Geisel en 1957. Ahí, el doctor Seuss presenta a un personaje verde, peludo y cascarrabias, con un corazón dos tallas menor al de cualquier ser humano normal.
¿Quién puede detestar la Noche de Paz con igual intensidad que El Grinch y llamar, a las Pascuas, “patrañas” y nada más? Solo el viejo Ebenezer Scrooge, imaginado en 1843 por Charles Dickens en Cuento de Navidad.
Desde entonces los científicos han hallado síndromes, genes y efectos diversos inspirados en estos amargados personajes .