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Miles de crías de pingüino mueren de hambre en la Antártida

Sólo dos crías de la temporada de reproducción de finales de 2016 y principios de 2017 lograron sobrevivir.
vie 13 octubre 2017 01:24 PM
Problemas
Problemas Hace cuatro años, la misma colonia no logró que ninguna cría sobreviviera. (Foto: Twitter/WWF)

Miles de crías de pingüinos Adelia murieron de hambre en la Antártida a causa de la inusual expansión de la banquisa, como se llama a las placas de hielo flotantes, pues obligó a los padres a irse más lejos a buscar alimento, de acuerdo con un grupo de investigadores.

Los expertos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS, por sus siglas en francés), con el apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), estudian desde 2010 a la colonia de 18,000 parejas de pingüinos Adelia del este de la Antártida. Por ello descubrieron que sólo dos crías habían sobrevivido tras la última temporada de reproducción.

Según el investigador Yan Ropert-Coudert la región ha sufrido las consecuencias de los cambios ambientales vinculados con la ruptura del glaciar Mertz.

"Se dan las condiciones para que esto vuelva a producirse más frecuentemente a causa de la ruptura del glaciar Mertz en 2010, que alteró la configuración del mar delante de la colonia", dijo.

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Pero "deberían darse otros factores para tener un año cero", agregó, citando los niveles de las temperaturas, la dirección y la fuerza del viento o la ausencia de polinias (espacios abiertos de agua rodeados de hielo). Los pingüinos se alimentan principalmente de kril, unas gambas minúsculas.

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Estos animales se han visto muy amenazados por el cambio climático. El derretimiento de los bancos de hielo afecta a su hábitat, mientras que los pequeños están adaptados a la nieve pero no a la lluvia y el calentamiento de agua influye en la cantidad de su alimento.

Hace cuatro años, la misma colonia, que en aquel momento contaba con 20,196 parejas, no tuvo ninguna cría, un fenómeno provocado por niveles más importantes de banquisa, la lluvia que había empapado a las crías -pues su plumaje todavía no era lo suficientemente impermeable- y una rápida bajada de las temperaturas.

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