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El idílico hotel de Richard Gere

El actor y la cadena hotelera Relais & Chateau adaptaron un edificio del siglo XVIII como hotel; el Bedford Post Inn, rodeado de naturaleza, se ubica a 70 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
sáb 18 junio 2011 06:00 AM
El Bedford Post Inn es un hotel de ocho habitaciones y dos restaurantes en un edificio del siglo XVIII. (Foto: Cortesía)
bedford post inn (Foto: Cortesía)

Richard Gere no es sólo un actor estadounidense que además profesa el budismo, ahora también es un empresario hotelero que construyó una romántica propiedad rodeada de naturaleza a tan sólo 70 kilómetros de Nueva York .

El Bedford Post Inn es un hotel de lujo "de ocho habitaciones y dos restaurantes, en un edificio del siglo XVIII, que se conecta con una vieja pero encantadora granja", dice el actor en un texto publicado por la revista Travel + Leisure en su edición de junio de 2011.

Para cenar en cualquiera de los dos restaurantes es necesario reservar hasta con dos meses de anticipación. 

El lugar también cuenta con un estudio de yoga; de hecho, todos los húespedes reciben una invitación para una clase de cortesía.

Cuando Gere sugirió la idea de construir este hotel, a su esposa Carey Lowell, se negó rotundamente, alegando que el actor tiene el "complejo del edificio" y siempre tiene que estar construyendo o remodelando algo.

"Lo que sucede es que cuando recién me mudé a Bedford, salía a caminar, siguiendo un camino que pasaba justo por la parte trasera de esta vieja y decrépita propiedad", comenta el actor.

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"Me provocaba mucha melancolía ver un edificio con tanta historia caerse a pedazos. Además, la gente de por aquí necesitaba un lugar para reunirse", agrega.

"Fue así como se nos ocurrió abrir el Bedford Post Inn", recuerda.

El actor es el embajador de la cadena hotelera y restaurantera Relais & Chateau , a la cual pertenece el Bedford Post Inn ( www.bedfordpostinn.com )

"Es un sitio muy tranquilo y lleno de naturaleza. Mi papá creció en una granja ganadera, así que disfruté enormemente la restauración del granero y todo este proceso que nos tomó devolverle el alma", comenta Gere.

"Al final quedé muy satisfecho porque quedó un espacio con muy buena acústica, ideal para organizar conciertos y eventos de caridad. Pude materializar muchas de mis pasiones en este lugar".

 

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