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Bush aboga por el Dalai Lama ante China

El presidente de EU entregó al monje budista la medalla de oro del Congreso de su país; George W. Bush dijo que el Dalai Lama es un hombre de paz y reconciliación.
mié 17 octubre 2007 05:00 PM
George W. Bush y el Dalai Lama sostuvieron un encuentro que

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, entregó el miércoles al Dalai Lama uno de los mayores honores de estadounidenses y pidió a China que abriera una negociación con el exiliado líder espiritual tibetano, a quien Pekín considera como un separatista.

Cuando aceptaba la medalla de oro del Congreso de manos de Bush y los líderes de la Cámara, el Dalai Lama dijo a SU audiencia en el Capitolio que no tenía "ninguna agenda oculta" al pretender una mayor autonomía pero no la independencia para su tierra natal en el Himalaya.

"Continuaré instando a los líderes chinos a recibir al Dalai Lama en China. Descubrirán que este buen hombre es un hombre de paz y reconciliación", dijo Bush en la primera aparición pública de un presidente de Estados Unidos junto al líder tibetano.

China ha denunciado el reconocimiento al Dalai Lama y lo califica como una "farsa" que dañaría la relación entre Pekín y Washington. Las autoridades chinas habitualmente atacan al Nobel de la Paz, llamándole separatista disfrazado de religioso.

Pero en un discurso de aceptación de la medalla que mezcló ironía y llamamientos a la tolerancia y justicia social, el Dalai Lama dijo que la descripción china de sus motivos era "infundada e incierta", y pidió a sus partidarios en Estados Unidos que convencieran al país asiático de su sinceridad.

"Sobre el futuro del Tíbet, déjenme aprovechar esta oportunidad para reiterar categóricamente que no busco la independencia. Busco una autonomía significativa para el pueblo tibetano dentro de la República Democrática de China", indicó.

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"Es más, no tengo intención de utilizar ningún acuerdo sobre la autonomía como un escalón para la independencia del Tíbet", dijo a las más de 1,200 personas congregadas, entre ellos el actor Richard Gere, monjes tibetanos, congresistas y senadores estadounidenses.

China gobierna el Tíbet desde que las tropas comunistas lo invadieron en 1950 y el Gobierno trata con dureza a los tibetanos que presionan por una mayor libertad política y religiosa.

El Dalai Lama, de 72 años, ha vivido en el exilio en India desde que huyó de su tierra natal predominantemente budista en 1959, tras el fracaso de un levantamiento contra el Gobierno comunista.

En Pekín, el máximo responsable de asuntos religiosos condenó la concesión de la medalla, la calificó de "farsa" e instó al Dalai Lama a abandonar su sueño de un Tíbet independiente.

"El protagonista de esta farsa es el Dalai Lama", dijo el miércoles a periodistas Ye Xiaowen, director general de la Administración Estatal para los Asuntos Religiosos, al margen del cónclave quinquenal del Partido Comunista.

"El dice que quiere un mayor grado de autonomía y un Tíbet más grande, pero en realidad busca la independencia disfrazada", concluyó Ye, refiriéndose a partes del provincias del oeste de China que están pobladas por tibetanos.

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