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Bolivia corre riesgo de paramilitares

Se teme que los opositores de derecha del presidente Evo Morales recurran a secuestros y asesin según Hugo Moldiz, dirigente popular, el enfrentamiento se compone de ricos contra pobres.
jue 06 diciembre 2007 11:35 AM
Simpatizantes de Evo Morales atacan a un opositor en su moto

La derecha boliviana ha diversificado su forma de resistencia y oposición a la "refundación" del país y existe el riesgo de que recurra a métodos paramilitares, secuestros y asesinatos, alertó el dirigente popular Hugo Moldiz.

En entrevista el jefe del Estado Mayor del Pueblo, vinculado con los movimientos sociales que respaldan al gobierno de Evo Morales, dijo que "Bolivia está entrando en una suerte de empate catastrófico donde los resultados pueden ser fatales".

"La calle se está convirtiendo en escenario de la confrontación social y política", recalcó el también docente de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y cabeza visible de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria.

Aseveró que esta es la crisis más importante del país porque tiene componentes anticolonialistas y anticapitalistas. "Este es un empate catastrófico entre un proyecto de hegemonía dominante en crisis y el surgimiento de un espíritu nacionalista, liderado por Evo", dijo.

"Aquí pareciera estar enfrentado el oriente contra el occidente boliviano y ricos contra pobres y existe la percepción de que se está entrando a la recta final, lo que explica la dureza con que la oposición está respondiendo a este proceso de cambio", indicó.

El poder económico de la región llamada la Media Luna, conformada por los departamentos de Beni, Pando, Tarija y Santa Cruz, ha iniciado un proceso de resistencia violenta, señaló.

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Los sectores radicales que se oponen al gobierno de Morales, en el poder desde enero de 2006, están empleando destacamentos juveniles despolitizados y manipulados para que siembren el caos, dijo.

Aseguró que la forma de operar de estos grupos es de "semiparamilitares" y "se les ha visto en las regiones de Sucre, Tarija, Santa Cruz y Pando, donde se han incautado armas".

Moldiz manifestó que "la derecha ha diversificado su forma de resistencia y oposición al proceso de transformación desde los centros institucionalizados del poder, dígase Asamblea Constituyente, Congreso, hasta escenarios no institucionales".

Alertó que "antes, las movilizaciones y la huelga eran métodos legales que las clases subalternas utilizaban para oponerse a los gobiernos de turno, pero ahora la derecha ha radicalizado su posición y marcha hacia la confrontación social y política".

El dirigente dijo que hay una intencionalidad política de la derecha de generar un clima de ingobernabilidad para dar la sensación de que el gobierno ha perdido el control de una parte del país.

"A eso apunta el proceso de deslegitimación y las amenazas de las últimas dos semanas. Generar un ambiente de ingobernabilidad ante el mundo y al tiempo de impulsar el separatismo (en la rica región de Santa Cruz)", acotó.

Ese separatismo, de acuerdo con Moldiz, se neutraliza con el alto grado de amistad que han manifestado los gobiernos de Argentina y Brasil quienes rechazarían una pretensión en Santa Cruz de formar un nuevo país.

En su opinión, esta crisis es un "empate entre un insurgente bloque indígena y popular, interesado en refundar el Estado y superar la marginación, y otro grupo que se opone por considerar que perderá privilegios".

El también representante del guevarista movimiento Patria Socialista Multinacional dijo que más que "balcanización" (separatismo territorial) "hay el riesgo de una colombianización de Bolivia y que la derecha recurra a métodos paramilitares".

Veremos, dijo, cuánta fuerza tiene el Estado para restablecer el orden en esas convulsionadas regiones del oriente boliviano.

Aclaró que esa "colombianización" no necesariamente sería una guerra civil, "pero habría secuestros y asesinatos de dirigentes sociales que apoyan a Evo Morales".

El dirigente social aseguró que el presidente Morales está liderando un proceso de transformación y por lo tanto de refundación del Estado que va a demandar un largo periodo de transición.

"A diferencia de las revoluciones con armas donde el borrón y cuenta nueva es uno de los resultados, la revolución en democracia que promueve Morales es ir construyendo, por un lado, e ir destruyendo al viejo régimen, por el otro", detalló.

No descartó la posibilidad que detrás del movimiento separatista esté la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, cuya presencia "no creo que haya terminado con la llegada de Evo al poder".

Las visitas del embajador estadounidense en Bolivia, Pillip Goldberg, que tiene prohibido ingresar a la casa de gobierno, a Santa Cruz, principal bastión de la oposición, y la orientación de la ayuda oficial del país del norte hacia esas zonas no son gratuitas, acotó.

Moldiz descartó, sin embargo, la posibilidad de que el clima de desestabilización llegue a los cuarteles "porque hay un impedimento nacional que le quita posibilidades a ese escenario y es la alta popularidad de Evo (54%)".

Aseguró que el país en la actualidad ya no ve a Evo Morales como un dirigente sindical cocalero sino como alguien que intenta dar rumbo al país y al mismo tiempo cumple las metas de reducción de las plantaciones de coca en diversos puntos del país.

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