Europa cede para lograr pacto climático
Los negociadores de la cumbre sobre el clima trataban el viernes en Bali de avanzar ante el rechazo de Estados Unidos a fijar objetivos para reducir las emisiones, mediante la eliminación en el borrador de una referencia a una meta no vinculante para el 2020.
La Unión Europea insistió originalmente en que la cumbre de dos semanas, que finaliza el viernes, debería fijar estrictas directrices para que los países ricos reduzcan para esa fecha las emisiones de gases con efecto invernadero pese al rechazo estadounidense.
Pero Europa suavizó el viernes el tono en su enfrentamiento con Estados Unidos, despertando esperanzas de acuerdo sobre el inicio de las negociaciones para un nuevo tratado sobre el calentamiento global.
Indonesia sugirió el viernes eliminar la aspiración respaldada por la UE de que los países ricos recortaran sus emisiones entre un 25% y un 40% para 2020 en un intento por superar la oposición de Washington, que dice que cualquier cifra prejuzgaría las negociaciones.
"Creo que la situación es buena, el clima en la conferencia del clima es bueno, tendremos éxito al final," dijo el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, en un cambio de tono hacia la conciliación con Washington tras la confrontación del jueves.
"Todas las partes están dispuestas a ser flexibles, a buscar un compromiso," declaró sobre la insistencia de la UE de que Bali debería fijar directrices firmes para 2020 sobre recortes de gases con efecto invernadero.
El delegado de las Naciones Unidas Yvo de Boer. dijo que la opinión pública mundial obligó a más de 180 delegados nacionales e llegar a un acuerdo. ''No creo que político alguno pueda permitirse irse de aquí'' con las manos vacías, dijo a los periodistas. ¿Incluyendo Estados Unidos?, le preguntaron los reporteros. ''Quizá más que nadie Estados Unidos''.
Los delegados deben negociar un marco para reducir aún más las emisiones nocivas que sustituya al Protocolo de Kioto, que requiere a las 37 naciones industrializadas reducir las emisiones de monóxido de carbono y otros gases en un 5% por debajo de los niveles de 1990 para el 2012.
Estados Unidos es la única nación industrializada que rechaza el acuerdo de Kioto. La Casa Blanca es partidaria de un enfoque voluntario, que cada país decida cómo puede contribuir, en lugar de cuotas legalmente vinculantes e internacionalmente negociadas.
