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Bush pide paciencia en invasión de Irak

A cuatro años de iniciada la ofensiva militar, el presidente dice que EU no se retirará todavía su popularidad está en el sótano como nunca antes y 63% se opone a la guerra según un sondeo de
lun 19 marzo 2007 09:31 PM
George W. Bush pidió paciencia en la guerra de Irak. (Reuter

Con un tono de voz apagado en el cuarto aniversario de la invasión a Irak, el presidente George W. Bush pidió el lunes paciencia y advirtió a los estadounidenses sobre las graves consecuencias de un rápido retiro de las tropas.

Ante sondeos de opinión que revelan que se encuentra en su nivel más bajo de apoyo de toda su presidencia, Bush defendió su política en Irak frente a una nación que se opone cada vez más a la guerra y a su determinación de enviar un contingente adicional de casi 30,000 soldados.

En una breve declaración televisada desde la Casa Blanca, Bush les pidió a los estadounidenses más tiempo y reconoció que “prevalecer en Irak no va a ser fácil”.

Su tono cauteloso contrastó severamente con el espectáculo en el que, semanas antes de la invasión que derrocó a Saddam Hussein, se paró sobre la cubierta de un portaaviones estadounidense y declaró que las mayores operaciones de combate en Irak habían terminado.

Mientras la guerra se apresta a iniciar su cuarto año, insurgentes perpetraron mortales ataques con bombas en Kirkuk y Bagdad, y un nuevo sondeo demostró que la mayoría de los iraquíes tienen poca o ninguna confianza en las fuerzas lideradas por Estados Unidos.

“Cuatro años después del comienzo de esta guerra, la pelea es difícil pero puede ganarse”, dijo Bush, luego de una teleconferencia con el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki. “Será ganada si tenemos el coraje y la superamos”, agregó.

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Además de insistir en que ha habido progresos, Bush no repitió su anuncio previo de lograr una victoria rotunda. Su discurso ha sido suavizado por la constante violencia en Irak, que se asemeja a una guerra civil y que las fuerzas estadounidenses parecen ser incapaces de controlar.

Sin embargo, el mandatario se aferró a su negativa a establecer un calendario para el retiro estadounidense, pese al incremento de la presión por parte del Congreso liderado por demócratas.

“Puede ser tentador mirar hacia los desafíos en Irak y concluir que nuestra mejor opción es empacar e irnos a casa”, dijo Bush en su discurso. “Mientras que esto podría ser satisfactorio en el corto plazo, las consecuencias sobre la seguridad estadounidense serían devastadoras”, agregó.

La Cámara de Representantes, ahora conducida por los demócratas, se está preparando para debatir una propuesta que vincularía fondos de emergencia para la guerra con un retiro de tropas para septiembre de 2008.

Bush, quien ha amenazado con usar su derecho a veto, instó a los legisladores a aprobar el proyecto del presupuesto “sin condiciones ni retrasos”.

Los demócratas rápidamente refutaron la afirmación de Bush de que la ley reduciría la flexibilidad necesaria para que las fuerzas armadas ganen la guerra.

“La paciencia no es una estrategia”, afirmó el senador demócrata John Kerry, quien en 2004 perdió las elecciones presidenciales. “Está claro que necesitamos una nueva política y el cambio debe venir desde el Congreso”, añadió.

“No existe nada en la legislación que controle al detalle la guerra”, dijo el líder de la mayoría en la cámara baja Steny Hoyer. Ningún general “va a estar en forma alguna restringido para emplear las tácticas y las estrategias que considere mejores en Irak”.

El líder de la minoría republicana John Boehner reiteró que los republicanos votarían contra la propuesta. Sin apoyo republicano, los demócratas han pasado trabajos para garantizarse los suficientes votos dentro de sus propias filas.

“Nuestras tropas no nos han abandonado, y los republicanos no van a abandonarles”, dijo Boehner, quien predijo que 99% de los republicanos votarían contra la propuesta demócrata.

Desencanto

Bush anunció en enero el envío de 21,500 soldados adicionales a Irak, mayoritariamente para asegurar Bagdad, un refuerzo que ha avivado aún más el desencanto público estadounidense por la guerra.

La cantidad de soldados adicionales trepó a aproximadamente 30,000 con la suma de efectivos de apoyo.

Un sondeo de CNN reveló que el apoyo a la invasión ha caído a 32% y que el 63% ahora se opone.

Durante el fin de semana, activistas contra la guerra realizaron manifestaciones en Washington y otras ciudades estadounidenses.

Más de 40 personas fueron detenidas el lunes en las afueras de la Bolsa de Valores de Nueva York, luego de recostarse en el suelo cerca de la entrada para conmemorar el aniversario de la invasión a Irak.

Policías uniformados superaban en número a los menos de 100 manifestantes fuera del edificio de la bolsa de valores en la esquina de las calles Broad y Wall, en el histórico distrito financiero de Nueva York.

“Detengan el dinero, detengan la guerra”, coreaban, mientras la policía arrastraba a manifestantes de contextura débil.

Quienes participaron en la manifestación dijeron que dirigían su protesta contra los grandes contratistas de defensa Lockheed Martin, Boeing, Northrop Grumman, Halliburton, General Electric y otros.

La protesta no tuvo impacto en los mercados financieros.

En San Francisco, decenas de manifestantes, muchos de ellos con edad suficiente como para haber protestado contra la guerra en Vietnam en las décadas de 1960 y 1970, realizaron una “muerte simulada” al tenderse en la acera.

Algunos se mancharon con sangre falsa para representar a los más de 3,200 soldados estadounidenses que han muerto en la guerra en Irak.

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