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Opositores del G8, listos para protestas

Más de 4,500 personas se reunieron cerca de Heiligendamm para protestar en contra del G8; Alrededor de 16,000 policías alemanes mantienen la seguridad en esta zona.
mar 05 junio 2007 12:44 PM

Espíritu en alto, buena comida y determinación reinaban el martes entre los 4,500 alegres campistas congregados en el más grande de tres recintos improvisados para los manifestantes que se oponen a la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) en Alemania.

Sin inmutarse por el agua fría, la llovizna y la presencia de 16,000 policías alemanes de la fuerza antimotines, un ecléctico grupo de opositores al G8 proveniente de distintas partes del mundo preparaban sus estrategias contra la reunión, ansiosos por tener algún impacto en la cita.

"Las personas están disfrutando y hay una atmósfera muy sociable, pero todos sabemos que no estamos aquí sólo para divertirnos y hay una seria determinación de interrumpir la reunión del G8", explicó Kevin J. Smith, un manifestante de 34 años proveniente de Londres.

"Hemos tenido un fantástico programa cultural en Alemania, pero hoy todos se levantaron temprano, asistieron a los talleres y se prepararon para bloquear los caminos y paralizar el encuentro del G8", agregó Smith.

Establecido en un prado cerca de Reddelich, ocho kilómetros al sur de Heiligendamm, el campamento de carpas y furgonetas convertidas tiene una sorprendente gama de comodidades: duchas que funcionan con energía solar, cocinas, un bar, un escenario para conciertos, baños y hasta servicio de internet.

Pero el miércoles, cuando se de inició a la cumbre de tres días del G8, se impondrá una prohibición de consumir alcohol en el campo, y la relajada atmósfera estilo "Woodstock" dará paso al serio asunto de protestar.

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"Estamos aquí por una razón, para llevar a cabo una interrupción visible de los eventos y mostrar que existe una resistencia al G8", dijo Joanna Smith, de 28 años, una estudiante de sociología de Birmingham, Gran Bretaña.

Pascal Hovahl, un carpintero de Berlín, jugaba el martes con su hija de 3 años Phyllis en una improvisado patio de recreo en el campo en Reddelich, cuya población normal es sólo de 883 habitantes.

"Ella lo está pasando muy bien", dijo Hovahl, 32 de años, quien dejó el mitín de que se llevó a cabo sábado en la cercana Rostock justo antes de que comenzara la violencia.

"La atmósfera es genial. Estamos todos pacíficos. Es la policía la que está causando toda la tensión", agregó Hovahl, justo cuando un avión de combate de la fuerza aérea alemana pasaba en vuelo rasante sobre el campo.

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