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Ladrilleras chinas esclavizan a niños

En el país asiático unos 1,000 menores podrían haber sido vendidos para trabajar como esclavos; sufriendo maltratos en la primitiva industria del ladrillo.
vie 15 junio 2007 09:28 AM
Niños trabajan contra su voluntad en los hornos de ladrillos

Unos 1,000 niños podrían haber sido vendidos para trabajar como esclavos en el centro de China, sufriendo maltratos en la primitiva industria del ladrillo, informaron el viernes medios estatales mientras aumenta el escándalo sobre la negligencia oficial.

Los propietarios dirigían los hornos de ladrillos como si fueran prisiones en las provincias de Shanxi y Henan, con perros feroces y secuaces que golpeaban a los niños a su voluntad, según la televisión estatal.

Uno mató accidentalmente a un niño con una pala y enterró el cadáver durante la noche, dijo.

Los trabajadores, en su mayoría hombres jóvenes, algunos de los cuales fueron secuestrados por todo el país, aparecieron en televisión durmiendo sobre ladrillos en unas construcciones de mampostería con las puertas cerradas desde el exterior con alambre y rejas en las ventanas para evitar que escapasen.

Algunos presentaban heridas supurantes horrorosas en la planta de los pies y alrededor de la cintura, supuestamente quemaduras del horno.

"Queríamos correr pero no pudimos", dijo un trabajador confuso, citado por la televisión. "Lo intenté una vez y me golpearon".

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Un ejército de 35,000 policías en el centro de China ha rescatado hasta la fecha a 468 personas tras inspeccionar 7,500 hornos, informó la agencia Xinhua. Unos 120 sospechosos han sido detenidos.

"Nuestra estimación conservadora es que al menos 1,000 menores de Henan se han visto atrapados y engañados para trabajar en los hornos de ladrillos de Shanxi", dijo un periodista de Henan en el programa de actualidad Horizonte Oriental.

El programa mostró a trabajadores recientemente liberados, que aparecían extremadamente delgados, heridos y mudos.

Xinhua dijo que Yang Aizhi, una madre de 46 años, fue una de las personas que alertó al público del escándalo. Su hijo de 16 años desapareció el 8 de marzo y escuchó que pudo haber sido secuestrado y obligado a trabajar en un horno.

Yang visitó más de 100 hornos en Shanxi y descubrió que "la mayoría obligaban a niños a hacer labores duras". Algunos aún llevaban sus uniformes escolares.

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