Menos ejército contra el narco: Calderón
El presidente mexicano, Felipe Calderón, dijo el miércoles que el Ejército participará cada vez menos en el combate al narcotráfico, en momentos en que militares han sido acusados de abusos a los derechos humanos y el mismo día que uno de ellos murió en un operativo.
Calderón dijo que "la participación del Ejército y la Marina es una labor subsidiaria, que en la medida en que avance (...) la organización de las instituciones civiles en su capacidad de combate al crimen, será cada vez más esporádica".
El mismo miércoles, un coronel de infantería y dos sicarios del narcotráfico murieron durante un enfrentamiento en el occidental estado de Michoacán,, estado natal de Calderón, en medio de una ola de violencia desatada por cárteles de la droga que dejó más de 2,500 muertos el año pasado.
Las declaraciones de Calderón ocurrieron en un acto frente a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, quien un día antes advirtió que la participación de militares en tareas policiales como la lucha contra el narcotráfico es "francamente peligrosa".
Arbour dijo que los soldados están entrenados para un uso excesivo de la fuerza y por eso es inconveniente mantenerlos combatiendo a la delincuencia codo a codo con la policía.
En el operativo de Michoacán, el coronel Fortino Castillo León falleció al ser arrollado junto a otros militares por una camioneta que salió a toda velocidad de una propiedad, justo cuando iban a hacer un cateo luego de que observaron personas armadas en las inmediaciones de lugar.
Poco después se desató un fuego cruzado en el que murieron sicarios, dijo la Secretaría de la Defensa en un comunicado.
Agregó que otros tres militares -un sargento y dos cabos- resultaron heridos en el violento episodio.
En lo que va del 2008, más de 250 personas han muerto en hechos de violencia relacionados con delincuencia organizada, sobre todo por el narcotráfico hacia Estados Unidos, el principal consumidor de estupefacientes del mundo.
Los operativos antidrogas fueron desplegados por Calderón a poco de asumir, en diciembre del 2006, en distintos estados del país con unos 25,000 policías federales y militares.
