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Espejismos, promesas demócratas de TLCAN

Los precandidatos ofrecen cambios al TLCAN, aunque según los analistas no pueden cumplirlos; Ohio ha perdido empleos y el ingreso de China a la OMC afectarán más plazas laborales en EU.
dom 24 febrero 2008 06:05 AM
Los demócratas están vendiendo una ilusión, dicen los analis

La promesa de los precandidatos demócratas Barack Obama y Hillary Clinton, de modificar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte, podría agradar a los votantes de Ohio preocupados por la pérdida de empleos, pero sería muy difícil de cumplir, dicen analistas.

"Barack Obama y la señora Clinton están vendiendo una ilusión. La idea de que los líderes de México y Canadá se sienten con Estados Unidos para reescribir este acuerdo, es realmente una fantasía", dijo Dan Griswold, director de estudios de política comercial en el Cato Institute, que promueve el libre comercio.

Obama y Clinton han dicho que, de ser elegidos presidente, buscarán cambios al TLCAN. Esa retórica se ha intensificado antes de las primarias partidistas del 4 de marzo en Ohio, un estado donde con frecuencia se culpa al TLCAN por la pérdida de empleos manufactureros.

Obama ha dicho que una de sus primeras tareas sería convocar a los líderes de México y Canadá para pedirles que incluyan cláusulas laborales y del medio ambiente más fuertes en el tratado y que cambien las cláusulas de inversión, que los críticos dicen favorecen excesivamente los intereses corporativos.

Clinton también ha prometido "revisar el TLCAN y trabajar con nuestros socios comerciales para corregir sus deficiencias".

Ese mensaje toca una fibra sensible entre muchos votantes de Ohio, que sienten que el TLCAN y otros tratados comerciales son los responsables de una fuerte caída en el empleo en la manufactura estadounidense, dijo Karen Hansen, coordinadora estatal de la Conferencia de Ohio sobre Comercio Justo, una coalición de sindicatos y de organizaciones de diverso tipo.

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"Perdimos 50,000 trabajadores directamente por el TLCAN", aseguró Hansen. "Finalmente, tenemos algunos candidatos presidenciales que están reconociendo que hay un problema aquí", agregó.

Pero en realidad, los empleos manufactureros en Estados Unidos y Ohio se incrementaron durante los años iniciales del TLCAN.

Cuando el TLCAN entró en vigor en enero de 1994, había 989,400 trabajadores en el sector manufacturero de Ohio, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.

Ese número aumentó a 1,03 millones para enero de 1995 y se mantuvo en ese nivel hasta marzo del 2000, cuando el empleo manufacturero del estado comenzó a caer gradualmente hasta llegar a los actuales 774,300 trabajadores, acompañando una baja en el empleo manufacturero a nivel nacional.

La culpa es de... ¿China?

La caída coincide con el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio, otro evento frecuentemente culpado por la pérdida de empleo en Estados Unidos.

Pero la causa real fue la recesión del 2001 y los avances en la productividad que permitieron a los manufactureros estadounidense fabricar más y mejor con menos trabajadores, según Griswold.

"El TLCAN ha sido un éxito para la economía estadounidense, para la política exterior. Ayudó a consolidar a México no sólo como un aliado, sino como una democracia vibrante, multipartidaria", afirmó Griswold.

Para realizar cambios al tratado, Estados Unidos tendría que convencer a Canadá y a México de que hagan lo mismo, y ambos países dicen estar satisfechos con el acuerdo.

"No veo una razón para revisar el TLCAN", dijo en un comunicado el ministro canadiense de Comercio Internacional, David Emerson.

"Cuando uno considera el nivel de integración de las industrias y las compañías a lo largo de la frontera de Canadá y Estados Unidos, la posibilidad de que se altere ese flujo comercial es altamente improbable", sostuvo Emerson.

Un portavoz de la embajada mexicana en Washington dijo que México considera al actual acuerdo "un éxito para los tres países norteamericanos".

Además, muchas compañías norteamericanas tienen grandes intereses en juego en el TLCAN, por lo que se necesitaría un gran esfuerzo para convencer a México y Canadá de que cambien el pacto, dijo Sherman Katz, un experto en política comercial del Peterson Institute for International Economics.

Pero al mismo tiempo, les convendría trabajar con el presidente que resulte elegido para enfrentar el creciente recelo de la población al libre comercio, agregó.

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