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¿En qué pensaría el gobernador de NY?

Los analistas se preguntan por qué Eliot Spitzer hizo algo totalmente autodestructivo; algunos lo relacionan con el factor ‘poder’ que obtienen los políticos al acceder a cargos públ
mié 12 marzo 2008 06:00 AM
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El gobernador de NY, Eliot Spitzer, está involucrado en una

Es la pregunta más simple del mundo, pero fue repetida una y otra vez luego que trascendiera la noticia sobre el gobernador de Nueva York Eliot Spitzer: ¿En qué estaba pensando?

Empero, si se prueba que el gobernador estuvo relacionado con prostitutas, no sería la primera vez que un personaje público brillante, poderoso hace algo autodestructivo.

¿O por qué entonces gente inteligente, exitosa hace cosas riesgosas como Spitzer? Para los psicólogos y analistas políticos que estudiaron la historia del gobernador, fue la pregunta de la gallina o el huevo: En tales situaciones, ¿la conducta riesgosa precede el trabajo poderoso? ¿O el hecho de poseer tanto poder causa tal conducta?

Muchos especularon que era una combinación de los dos. ''Todos somos humanos'', dijo Leon Hoffman, psicoanalista en Nueva York. ''Estos impulsos son tan, tan comunes. Ya sea una prostituta o una amante que uno escoge, eso es otra pregunta''.

Aun así, agregó Hoffman, el aura del poder que tienen políticos prominentes los hace sentir potencialmente inmunes a las consecuencias.

''Allí está la psicología de la excepción'', dijo Hoffman, ex presidente del comité de información pública de la Asociación Estadounidense de Psicoanálisis. ''La gente en el poder a veces siente que pueden hacer cosas que nosotros, meros mortales, no podemos. Existe la sensación, misma que tienen los adolescentes, de 'a mí no me agarrarán'''.

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El analista político Steven Cohen no quería llegar a conclusiones sobre la corruptora influencia del poder.

''El problema es que no sabemos cuándo comenzó la conducta de esta persona'', dijo Cohen, profesor de administración pública en la Universidad Columbia. ''Los políticos son como nosotros. El hecho que sean imperfectos y hagan cosas estúpidas no nos debería sorprender''.

La verdadera pregunta, agregó Cohen, es si a Spitzer se le debe de calificar bajo estándares éticos diferentes. Y la respuesta es sí.

''No estamos hablando de Britney Spears. Él es el gobernador'', apuntó Cohen. ''El meollo del asunto es que él controla la Guardia Nacional y la policía estatal. El día de mañana él podría mandar gente a arrestarnos a ti y a mí. Así que su vida privada se convierte en asunto público''.

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