Informe Presidencial, sólo por escrito
La Cámara de Diputados aprobó la reforma al artículo 69 constitucional, por lo que se elimina la presencia física del Ejecutivo en el Congreso y la emisión de un mensaje el 1 de septiembre y sólo lo obliga a presentar un informe por escrito.
En la sesión ordinaria en San Lázaro se aprobó dicha reforma con el voto en contra de legisladores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se aprobó con 307 sufragios en favor, 39 en contra y 31 abstenciones.
De ser ratificada por el Senado y por 16 de los 31 congresos locales, el presidente de la República ya no tendrá la obligación de asistir a la sesión del 1 de septiembre.
La reforma destaca que a la apertura de sesiones ordinarias del primer periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el presidente presentará un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país.
Asimismo en la apertura de las sesiones extraordinarias del Congreso de la Unión, o de una sola de sus cámaras, el presidente de la Comisión Permanente informará acerca de los motivos o razones que originaron la convocatoria.
La diputada Yadhira Tamayo Herrera, del Partido Acción Nacional (PAN), solicitó dispensar los trámites al dictamen previamente avalado por la Comisión de Puntos Constitucionales y poner a discusión y votación del pleno dicha reforma.
En tribuna, el diputado Juan Guerra Ochoa, del PRD, rechazó la reforma al señalar que con la misma ya ningún presidente de la República tendrá la obligación de comparecer ante el Congreso de la Unión y la comunicación que se tendrá entre los poderes será como "una carta a Eufemia", donde no exista diálogo directo.
En entrevista por separado, Raymundo Cárdenas, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, aseguró que en los últimos años no se ha dado un informe de gobierno, sino sólo un mensaje, el cual se eliminará con esta reforma al Artículo 69 de la Constitución, pero los diputados podrán recibir el informe por escrito.
En los argumentos de la reforma se destaca que el informe presidencial tiene como fin que el Congreso compruebe, inspeccione, verifique, examine y valore la actividad del Ejecutivo, situación que se presenta en las sesiones subsecuentes, es decir, dicha actividad es un mecanismo de control legislativo.
Sin embargo, se reconoce que el actual formato del informe presidencial no responde a un auténtico mecanismo de diálogo institucional, ni mucho menos de control político. Que el marco vigente del formato no es más que una reminiscencia del presidencialismo mexicano.
