Gómez Urrutia aún no regresará a México
El líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, afirmó que es necesaria una resolución al conflicto laboral en las unidades de Cananea, Sombrerete y Taxco, por lo que dijo estar dispuesto "al diálogo y a la negociación, con base en el respeto y la imparcialidad".
El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), también aclaró que no regresará a México hasta que se logre echar atrás las acusaciones sin fundamento ni sustento jurídico.
Gomez Urrutia participó -mediante una transmisión en vivo- en los inicios de los trabajos de la 35 Convención General Ordinaria del gremio que se llevan a cabo en el Teatro 11 de Julio.
Indicó que en esta convención se buscarán definiciones y estrategias que permitan nivelar y superar todos los acontecimientos negativos que aún pesan sobre el sindicato, a fin de encaminarlo hacia horizontes favorables para todos los trabajadores.
Gómez Urrutia manifestó que el sindicato minero seguirá en su lucha por exigir la seguridad y la higiene adecuadas en los centros de trabajo, con derecho a un seguro de vida para proteger a sus familias.
El sindicato de trabajadores mineros, subrayó, entiende y apoya el crecimiento de la productividad y de las ganancias, pero siempre que sean justas y equitativas para todos.
"Una productividad con seguridad, con calidad porque de nada sirve una producción irracional a costa de accidentes de trabajo o de la vida de las personas", aseveró el líder sindical.
En este contexto dio a conocer que presentará un plan nacional de productividad, competitividad y generación de empleos dignos y justos que consolide y fortalezca a la organización sindical, dentro de los programas de una industria estratégica para el desarrollo nacional.
Gómez Urrutia dijo que los mineros no improvisan y saben muy bien lo que necesitan, lo que quieren y hasta dónde van, pues no se confunden ni se intimidan ante cualquier acto o decisión equivocada y arrogante, producto de la ignorancia o de la mala fe.
Finalmente dijo que nadie puede decidir el futuro del sindicato ni interpretar sus estatutos al margen de la opinión y voluntad de los trabajadores, pues son ellos los únicos que deciden sobre sus propios actos, documentos y postulados de su organización, así como de la elección de sus dirigentes.