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EU, del vaquero al conciliador

En su primera actuación en el escenario mundial, Obama se mostró dispuesto a tender puentes; una postura muy diferente a la de su antecesor, el ex presidente George W. Bush.
sáb 04 abril 2009 06:03 AM

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quiere ser visto en el escenario mundial como alguien dispuesto a escuchar y a tender puentes, a diferencia de su antecesor, el ex presidente George W. Bush, quien fue conocido por su "diplomacia de vaquero".

En su primera actuación en el escenario mundial desde que asumió el poder en enero, Obama llegó a Londres la pasada semana para sostener negociaciones sobre la economía mundial, en las que espera persuadir a otros países a gastar más para estimular el crecimiento económico.

Obama no consiguió nuevas promesas de gasto al cierre del jueves de la cumbre de G20, pero calificó el resultado como positivo y dijo que es un "punto de inflexión", mientras daba la bienvenida a los acuerdos de regulación financiera y nuevo financiamiento para el Fondo Monetario Internacional.

Mientras los mercados financieros mostraban su alivio porque la cumbre de los 20 países industrializados y en desarrollo no terminase en discusiones, Obama jugó un rol como constructor de consenso, una imagen que enfatizó durante su carrera política en Estados Unidos.

"Cada país tiene sus propias singularidades y temas particulares que un líder puede decidir que es real, realmente importante, a veces no negociable, para ellos", dijo Obama en una conferencia de prensa.

"Y lo que intentamos hacer, dentro de lo posible, es acomodar aquellos temas de un modo que no dificulten la efectividad del documento en conjunto", explicó en un cuarto abarrotado de reporteros estadounidenses y extranjeros.

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Describiendo su visión de temas mundiales, Obama dijo que Estados Unidos es un "actor y líder crítico en el escenario mundial", pero que ejerce su influencia de mejor forma cuando escucha las preocupaciones de otros países.

Obama declinó hacer comparaciones explícitas entre él y su predecesor Bush, pero sus comentarios intentaron marcar un contraste con las anteriores políticas.

El modo de Obama también contrastó con el de otros líderes del G20, como el del presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Mientras Obama hablaba de unidad, el mandatario francés declaró que no se asociará a "falsos compromisos" e introdujo la idea de un alejamiento si no se resuelve el cisma sobre regulación.

A pesar de que Obama insiste en que Estados Unidos puede ser un ejemplo a seguir, reconoció el cambio de escenario desde fines de la Segunda Guerra Mundial hasta ahora y que no se puede decidir el futuro del mundo en un cuarto con una copa de brandy.

"Ese no es el mundo en el que vivimos y no debiese ser el mundo en que vivamos (...) Esa no es una pérdida para Estados Unidos", explicó nombrando el fortalecimiento de Europa y Japón y reconociendo el desarrollo de naciones como China e India.

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