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EU y América Latina, una nueva relación

Obama salió airoso del ´baño latinoamericano´ al que se sometió en la Cumbre de las Américas; pero el trabajo del mandatario para mejorar los lazos entre Washington y la región recién comienza.
lun 20 abril 2009 06:00 AM
Obama reconoció la diversidad política de la región. (Foto: Reuters)
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Barack Obama salió airoso del "baño de América Latina" al que se sometió en la cumbre de líderes continentales que concluyó el domingo en Puerto España, pero el trabajo más duro del mandatario para mejorar los lazos entre Washington y la región recién comienza.

La cumbre partió bajo augurios de duros choques entre Obama y los presidentes de izquierda que gobiernan la región, en especial el de Venezuela, Hugo Chávez, pero "la guerra no ocurrió", dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

Por el contrario, Chávez y Obama se saludaron cordialmente y Washington y Caracas anunciaron que se aprestan a iniciar el deshielo de sus relaciones diplomáticas, dañadas durante la presidencia de George W. Bush.

Calificados diplomáticos latinoamericanos destacaron la importancia de las palabras de Obama reconociendo la diversidad política de la región y la mención del presidente estadounidense a proyectos específicos de cooperación energética que espera concretar con Brasil, Chile, México y El Salvador.

"Fue una reunión compleja que pudo haber terminado en un gran desencuentro pero creó puentes para un diálogo futuro. Hicimos limonada de un limón", comentó Marco Aurelio García, asesor de política exterior de Lula.

La concreción de la reclamada reincorporación de Cuba a los foros interamericanos, entre ellos la OEA y las cumbres de las Américas, supondrá un duro desafío para Estados Unidos, que deberá esforzarse para no romper el consenso dominante de la organización.

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Un posible diálogo de Washington con La Habana, los resultados en el combate al delito organizado y el pedido hemisférico para que Estados Unidos impulse a los organismos multilaterales para aumentar el flujo de fondos a América Latina, serán exigidos por la región y supondrán un motivo de desgaste si las iniciativas se frustran o se demoran.

En la cita hemisférica no faltaron reproches a Estados Unidos por su vieja política del "Gran Garrote" hacia América Latina, pero Obama "ablandó corazones" mostrando "capacidad de escuchar y reflexionar sobre lo que le decían", según relatos de jefes de Estado y diplomáticos de alto rango.

"Un clima nuevo se ha creado en todo el continente (...) ha sido un éxito la cumbre", dijo Chávez.

Evo Morales, presidente de Bolivia, criticó de forma vehemente frente a Obama a lo que denunció como interferencias de Estados Unidos en asuntos domésticos de su país. "Cabe a Obama reflexionar sobre esos hechos. Y cambiarlos", evaluó Lula.

"Hubo deshielo, distensión", resumió el canciller brasileño, Celso Amorim, al término del encuentro de tres días en la capital de Trinidad y Tobago.

Un diplomático sudamericano coincidió, pero dijo: "Es un inicio auspicioso, pero un inicio al fin. Aún todo está por hacerse".

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