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La Ciudad de México reanuda actividades

Los restaurantes y las tiendas regresan a sus operaciones tras permanecer una semana cerrados; el brote de la influenza podría costar el 0.5% del PIB nacional y elevará el déficit fiscal.
mié 06 mayo 2009 11:46 AM
Miles de trabajadores se incorporan a partir de este miércoles a sus actividades. (Foto: Reuters)
Influenza

La Ciudad de México se despertó este miércoles tras casi una semana de paralización por un brote de influenza, con restaurantes y tiendas ansiosos para remontar sus pérdidas millonarias.

Los mexicanos se aflojaron las mascarillas quirúrgicas y se sentaron a desayunar por primera vez en cafeterías, a las que el Gobierno permitió abrir después de ochos días, pero sólo con la mitad de las mesas.

"La ciudad está despertando, pero muy lentamente", dijo Eduardo Corté, gerente de de una cafetería en el exclusivo barrio de Polanco.

"Esto es normalidad, pero entre comillas. De 24 mesas tengo sólo la mitad y el horario es más corto. Son muchas restricciones", añadió.

La epidemia de influenza H1N1 causó la muerte a por lo menos 42 personas y paralizó temporalmente México, lo que podría hundir hasta un 0.5% adicional el Producto Interno Bruto, que ya se prevé caiga hasta un 4%o por la crisis mundial.

El empresario Jorge Canales volvió por primera vez en más de una semana a su cafetería preferida.

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"Es mi primer desayuno fuera de casa en mucho tiempo. Bastante falta hacía volver a la normalidad", dijo el importador de equipos de cocina de 35 años, sentado delante de un plato de pancakes.

Mesas a la entrada de restaurantes y cafeterías tienen gel desinfectante , pañuelos desechables y hasta termómetros electrónicos.

Las autoridades permiten un máximo de cuatro personas por cada 10 metros cuadrados y exigen una distancia mínima de 2.25 metros entre las mesas. Los camareros deben usar mascarillas, guantes de látex y cambiar el contenido de los recipientes de salsas después de cada cliente.

En la mañana del miércoles, empleados quitaban 10 días de polvo acumulado en las vitrinas de las tiendas de lujo del barrio de Polanco.

"Por fin volvimos a trabajar. Estos días fueron difíciles", dijo Luis Alberto Cruz, un limpiador de vidrios de 18 años, con los brazos tapizados de tatuajes y peinado estilo mohicano.

Un tercio de los mexicanos trabajan como él en la economía informal, que según el Fondo Monetario Internacional representa un 30% del PIB.

Con el despertar de esta megalópolis de hasta 20 millones de habitantes resucitó también la pesadilla del tráfico. Distancias que en los últimos días se recorrían en minutos volvieron a hacerse eternas.

El secretario de Salud, José Angel Córdova, advirtió que la reanudación de las actividades podría avivar nuevos focos de influenza y pidió no bajar la guardia. El brote, dijo, todavía no está controlado.

Pero sentada en una cafetería Starbucks , Darani Soriano dice que estaba al límite de su paciencia.

"Durante mucho tiempo más no se podía aguantar esta situación. Ya se hubiera desquiciado la ciudad", dijo la empleada de un hotel de 32 años.

"Yo la verdad no tengo miedo (...) No se puede vivir con pánico", añadió.

Secundarias y universidades abrirán el jueves. Las escuelas primarias recién el lunes. Cines, teatros y gimnasios continúan por ahora cerrados en Ciudad de México.

 

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