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Honduras anuncia su retiro de la OEA

El Gobierno interino hondureño inició el proceso para dejar a la Organización de Estados Americanos; Insulza no logró que se aceptara la exigencia de los miembros del organismo de restituir a Zelaya.
sáb 04 julio 2009 06:00 AM
Insulza se reunió con diplomáticos, políticos, organizaciones y miembros de la Corte en Honduras. (Foto: Reuters)
insulza-honduras-reu (Foto: Reuters)

La OEA se preparaba el sábado para suspender a Honduras, luego de que el Gobierno interino se negara a restituir al derrocado presidente Manuel Zelaya, mientras la iglesia y líderes políticos pedían al mandatario cancelar su plan de regresar al país.

La asamblea general de la OEA tenía previsto sesionar al mediodía en Washington y probablemente suspenderá a Honduras, en lo que sería la primera acción de este tipo desde 1962, cuando Cuba quedó fuera del organismo por presiones de Estados Unidos debido a su sistema comunista de gobierno.

Esto profundizará el aislamiento diplomático de la empobrecida nación centroamericana, sumida en una crisis política que parece no tener salida tras los infructuosos intentos el viernes del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que el poder le sea devuelto a Zelaya.

"La ruptura del orden constitucional persiste y los que hicieron esto no tienen por el momento ninguna intención de revertir esta situación", dijo Insulza a periodistas, tras entrevistarse con representantes de la justicia, la iglesia y organizaciones civiles.

El Gobierno interino, secundado por la Corte Suprema de Justicia, sostuvo que la salida del mandatario es irreversible pese al amplio rechazo externo generado por el golpe de Estado contra Zelaya, secuestrado por militares en su casa el domingo pasado y expulsado del país a punta de rifle.

"Es mejor pagar ese caro precio a vivir en la ignominia y en la indignidad y haber agachado nuestra cabeza frente a exigencias foráneas que de momento nos están mal interpretando", dijo el presidente interino, Roberto Micheletti, poco después de la visita de Insulza.

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Además, el Gobierno de Micheletti envió una nota a la OEA una nota pidiendo su salida del organismo, adelantándose así a la decisión de la asamblea esperada para el sábado.

La peor crisis en Centroamérica desde la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989 estalló por la insistencia de Zelaya en realizar una consulta que abriera el camino a la reelección presidencial, pese a que fue declarada ilegal por un juez y rechazada por la mayoría del Congreso.

DECIDIDO A REGRESAR

El líder hondureño -cuya creciente alianza con el presidente socialista de Venezuela, Hugo Chávez, atemorizó a empresarios y políticos tradicionales- ha asegurado que retornará al país el domingo como "presidente legítimo", pese a la amenaza de que será encarcelado por traición a la patria.

Presidentes izquierdistas de la región como Rafael Correa, de Ecuador, Cristina Fernández, de Argentina, y Fernando Lugo, de Paraguay, podrían acompañar a Zelaya en su regreso a Honduras, aunque no está claro que esto ocurra tras el fracaso de la visita de Insulza.

En avenidas céntricas de la capital, miles de manifestantes que exigen el retorno de Zelaya habían comenzado a marchar hacia la sede de la presidencia, vigilados de cerca por militares, incluso por aire.

El punto muerto en las negociaciones políticas y la eventual llegada de Zelaya podrían aumentar la tensión en una población dividida que ha protagonizando multitudinarias protestas a favor y en contra del derrocado mandatario durante toda la semana.

El arzobispo de Honduras, Oscar Andrés Rodríguez, así como los dos principales candidatos presidenciales a las elecciones de noviembre, Porfirio Lobo y Elvin Santos, pidieron a Zelaya no regresar para evitar posibles enfrentamientos.

"Pensemos si una acción precipitada un regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre. Sé que usted ama la vida, usted respeta la vida. Hasta hoy no ha muerto ni un solo hondureño. Medite, porque después sería demasiado tarde", dijo el arzobispo en cadena de radio y televisión.

Mientras, el congelamiento de los créditos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la decisión de Chávez de no mandar más petróleo podrían poner en jaque la golpeada economía hondureña, que depende fuertemente de la ayuda exterior y las remesas de los inmigrantes.

Estados Unidos, que ha rechazado el golpe, decidirá la próxima semana si suspende la ayuda económica al país más pobre de la región tras Haití y Nicaragua, donde más del 70% de sus casi 8 millones de habitantes vive en la pobreza y sufre de una alta tasa de desempleo.

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