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Zelaya se refugia en El Salvador

El gobierno interino de Honduras le negó el aterrizaje al depuesto presidente en Tegucigalpa; Zelaya se reunió con los mandatarios de Argentina y Ecuador, y el titular de la OEA en San Salvador.
lun 06 julio 2009 06:00 AM
Manuel Zelaya ha recibido el apoyo de todo los países de AL. (Foto: Notimex)
Zelaya Kirchner

El depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya pidió el domingo a las fuerzas armadas y a la policía de su país a que "no repriman más al pueblo" tras los incidentes que impidieron su aterrizaje en Tegucigalpa y provocaron un fallecido.

"En nombre de Dios, soldados de la patria, policías, les pido, les suplico, les ordeno: no repriman más al pueblo hondureño", afirmó en una conferencia de prensa en esta ciudad. "No apunten sus rifles contra sus propios hermanos".

"Hoy se atrevieron ya a disparar ... ya una persona joven falleció víctima de los disparos de un criminal que usa la violencia de las armas para quitarle la vida a un compatriota", señaló acompañado del secretario general de la OEA José Miguel Insulza, el presidente de la Asamblea General de la ONU Miguel D'Escotto, y los presidentes de El Salvador, Ecuador, Argentina y Paraguay.

El derrocado mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, fracasó el domingo en su intento de regresar a su país en medio de amenazas del Gobierno interino de interceptar su aeronave y luego de que fuerzas de seguridad cargaran contra sus simpatizantes dejando al menos un muerto.

En los alrededores de la terminal, miles de seguidores del depuesto mandatario se enfrentaron con militares que custodiaban la pista de aterrizaje, quienes les dispararon dejando al menos un muerto y 10 heridos, además de arrojarles gases lacrimógenos.

Éste fue el peor incidente desde que hace una semana los militares encabezaron un golpe de Estado contra Zelaya para frenar sus intentos por habilitar su reelección.

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La torre de control del aeropuerto internacional de Tegucigalpa le negó el permiso para aterrizar al avión venezolano que transportó Zelaya desde Washington cuando estaba cerca de la terminal, argumentando que la pista sólo estaba abierta a aviones militares, y amenazó con interceptarla.

Tras la negativa, el avión, en el que también viajaba el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, cambió su rumbo hacia Managua para reabastecerse antes de volar hacia San Salvador.

"Aquí realmente están impidiendo al aterrizaje, están amenazando con enviar aviones de la Fuerza Aérea. Hay efectivos militares en la pista, han entorpecido el aterrizaje", dijo Zelaya a la cadena Telesur desde el avión cuando sobrevolaba Tegucigalpa.

Un hombre murió por una herida de bala en la refriega, informó el Hospital Escuela, y otros dos estaban gravemente heridos, informó la Cruz Roja. Los militares reprimieron a los manifestantes poco antes del intento de aterrizaje.

Zelaya fue sacado hace una semana a punta de rifle de la casa presidencial por militares y enviado a Costa Rica, lo que desató la primera gran crisis política en Centroamérica desde la invasión a Panamá en 1989.

Un coro unánime de organismos internacionales y distintos países, incluido Estados Unidos, condenaron el golpe de Estado y exigió al Gobierno interino encabezado por Roberto Micheletti que restituyera al depuesto presidente en el poder.

Ante la negativa del Gobierno, respaldado por la Corte Suprema de Justicia y una mayoría del Congreso, la Organización de Estados Americanos (OEA) suspendió a Honduras el sábado como castigo por la destitución del mandatario, que irritó a empresarios y políticos cuando su discurso dio un giro a la izquierda y se alió al presidente venezolano, Hugo Chávez.

Sirenas y disparos

Los manifestantes, que visten camisetas rojas y se tapan la cara con pañuelos, dijeron que volverán a concentrarse mañana en una plaza pública de la capital para seguir protestando contra lo que consideran un atropello contra la democracia.

"Están matando al pueblo por órdenes de este gobierno usurpador, nos están matando", dijo Daniel Pacheco, un estudiante de 22 años, durante la refriega.

A la zona llegaron ambulancias que cargaron heridos, en medio de un caos de gritos. Los manifestantes lanzaron piedras contra militares, mientras decenas de soldados estaban apostados en las pistas del aeropuerto, según imágenes de TV.

"Los soldados tiraron a matar, nosotros veníamos desarmados a recibir a nuestro presidente", dijo Ramón Valladares, de 40 años, con sus manos llenas de sangre y una herida en el costado, mientras se subía a una ambulancia.

Después del enfrentamiento, el Gobierno interino decidió adelantar tres horas el toque de queda que aplica desde que estalló el golpe de Estado y ahora correrá desde las 19:00 (0100 GMT) hasta las 5:00 hora local (1100 GMT).

Mientras tanto, también desde Washington llegaron a El Salvador los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, de Ecuador, Rafael Correa, y de Paraguay, Fernando Lugo junto con el secretario general de la OEA, José Insulza, para monitorear la situación desde el vecino país.

A pesar de no dejar entrar a Zelaya, contra quien existen órdenes de arresto, el Gobierno interino dijo que comunicó a la OEA su disposición a dialogar sobre la crisis en la que está sumido el empobrecido país centroamericano, pero que eso no incluye la vuelta de Zelaya.

Los hondureños se encuentran divididos entre quienes ven a Zelaya como uno de los únicos líderes políticos que ha gobernado a favor de los pobres, y quienes creen que su alianza con Chávez llevaba al país por mal camino.

Denuncia contra Nicaragua

Micheletti denunció que la vecina Nicaragua, aliada de Zelaya y de Chávez, estaba enviando tropas a la frontera para presionar al Gobierno provisional, y advirtió que no crucen la línea limítrofe porque estaban dispuestos a defenderse.

"Están hablando de que el Ejército de Nicaragua se está desplazando hacia la frontera con Honduras: eso es totalmente falso", dijo el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por el canal de TV oficialista.

Las autoridades interinas, que han prometido entregar el poder en enero al ganador de las elecciones de noviembre, han silenciado varios medios favorables a Zelaya, aunque comercios e instituciones funcionaban normalmente durante el día.

La suspensión de Honduras en la OEA, decidida en una asamblea extraordinaria en Washington, implicará sanciones económicas para Honduras y agudizaría los efectos de la crisis mundial en el país exportador de café y textiles, muy dependiente de los préstamos de organismos multilaterales.

El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron que congelarán los préstamos al pequeño país centroamericano, donde más de un 70 por ciento e sus casi ocho millones de habitantes viven en la pobreza. Chávez anunció que no les enviará más petróleo.

Zelaya reclamó a Estados Unidos, que había dicho que sólo reconoce al depuesto mandatario como presidente, que imponga sanciones al Gobierno interino.

"Creo que a partir de mañana la responsabilidad de esto también recae sobre las potencias, especialmente sobre los Estados Unidos, que teniendo una fuerza tan grande (...) debe tomar acciones", dijo Zelaya a la cadena Telesur.

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