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Las negociaciones para Honduras fracasan

Arias hace un llamado desesperado a retomarlas en 72 horas para evitar un derramamiento de sangre; el Gobierno interino hondureño consideró como inaceptable la propuesta del mediador costarricense.
dom 19 julio 2009 08:11 PM
Arias pidió tres días de plazo para tratar de volver a sentar a los rivales políticos en la mesa de negociaciones. (Foto: Reuters)
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Las negociaciones por la crisis en Honduras tras el golpe de Estado naufragaron el domingo, llevando al mediador, el presidente costarricense Oscar Arias, a hacer un llamado desesperado a retomarlas en 72 horas para evitar un derramamiento de sangre en el país.

Las conversaciones fracasaron luego de que los representantes del Gobierno surgido del golpe de Estado de hace tres semanas rechazaran la propuesta de Arias de restituir al depuesto mandatario Manuel Zelaya para completar su mandato.

"Lo siento mucho, pero las propuestas que usted ha presentado resultan inaceptables para el gobierno constitucional de Honduras que yo represento", dijo ante la prensa Carlos López, de la delegación del Gobierno interino, dirigiéndose al mediador.

Arias había puesto sobre la mesa una propuesta que incluía restituir a Zelaya hasta el término de su mandato a fines de enero, formar un Gobierno de coalición, adelantar comicios, declarar amnistía para los delitos políticos y la renuncia del depuesto mandatario a hacer un referendo, entre otros puntos.

Pero, la intransigencia de las dos delegaciones rivales para negociar el primer punto envió las negociaciones a pique.

"Este diálogo con esta comisión de este régimen de facto producto del golpe militar ha finalizado, y ha finalizado este día por esa intransigencia", dijo a la prensa Rixi Moncada, representante de Zelaya.

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El peor terremoto político en América Central en 20 años representa un desafío para el presidente estadounidense, Barack Obama, quien apoya al depuesto mandatario hondureño, pero busca contrarrestar la influencia del izquierdista Hugo Chávez, un fuerte aliado de Zelaya que apoya el regreso a toda costa del líder derrocado a su país.

En un desesperado intento, Arias, premio Nobel de la Paz, pidió tres días de plazo para tratar de volver a sentar a los rivales políticos en la mesa de negociaciones.

"Yo quiero tomarme 72 horas para continuar trabajando, esta vez de una manera más ardua para ver si podemos realmente lograr un acuerdo entre las partes en conflicto", dijo Arias a la prensa.

"La alternativa es que se va a derramar sangre en Honduras si no llegamos a un acuerdo que le permita regresar al presidente Zelaya pacíficamente", agregó. "Es mi obligación insistir hasta donde me den las fuerzas", subrayó.

Seguidores y detractores de Zelaya se movilizaron por las calles de Honduras tras el golpe, llevando al Gobierno interino a declarar un toque de queda que se extenderá hasta el lunes.

Las protestas dejaron hasta ahora un muerto, luego de que las fuerzas de seguridad reprimieran una manifestación pro Zelaya en las afueras del aeropuerto de Tegucigalpa durante un frustrado intento del mandatario depuesto por regresar al país.

"A partir de mañana vamos a tomar medidas más drásticas", dijo Barinia Morales, de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras y partidaria de Zelaya.

"Ellos acaban de declarar una guerra civil. Ellos son los que rechazaron el diálogo", agregó.

La Organización de Estados Americanos (OEA), que excluyó a Honduras del organismo tras el golpe de Estado y exhortó a devolver a Zelaya al poder, criticó la actitud de la delegación del Gobierno interino.

"De no aprobarlo (el acuerdo) se corre el riesgo de que la situación salga de su cauce normal y que tengamos algo que no queremos tener, que es violencia en Honduras", dijo en Washington el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

"Debemos aguardar las 72 horas que ha pedido el presidente Arias con la esperanza de que esto (...) haga recapacitar a los que han rechazado la propuesta y aceptarla", agregó.

Pocas esperanzas

Sin embargo, el Gobierno del presidente interino, Roberto Micheletti, que acusa a Zelaya de haber violado la Constitución y ha librado órdenes de arresto en su contra y desplegado soldados en distintos puntos del país por si intenta volver, no dejó muchas esperanzas de llegar a un acuerdo.

"Eso no es negociable ni en 72 horas", dijo a Reuters la vicecanciller interina de Honduras, Martha Alvarado.

"Si el señor Zelaya regresa al país tiene que estar a la orden de los tribunales, él tiene una orden de captura", acotó, desoyendo el reclamo de Naciones Unidas y la comunidad internacional de que el depuesto mandatario sea restituido.

El depuesto mandatario, que llamó a la insurrección contra Micheletti, fue derrocado con apoyo de la Corte Suprema y el Congreso, por supuestamente violar la ley al buscar con un referendo para habilitar su reelección.

El intento de referendo fue la gota que rebalsó el vaso para los sectores conservadores, luego de que el empresario de derecha diera un giro en sus políticas y se aliara al izquierdista Chávez, disgustando a sectores políticos, empresarios y hasta muchos copartidarios en Honduras.

Zelaya, que asegura que el golpe fue liderado por las élites que se oponen a sus políticas que buscan sacar a Honduras de la pobreza, había advertido que, si fracasaban las conversaciones apoyadas por Estados Unidos y criticadas por Chávez, regresaría a Honduras, lo que podría generar violencia en un país dividido.

"Lógicamente mi retorno no puede impedirlo absolutamente nadie, mi retorno es sin condición", dijo a Reuters Zelaya desde Managua tras el fracaso de las negociaciones, asegurando que todavía no tiene definido su plan para regresar al país.

"No me lo puede impedir absolutamente nadie", agregó.

A pesar de todo, Zelaya dijo que "no hay que cerrar las puertas nunca" a las negociaciones.

Mucha gente se opone a su regreso a Honduras.

"El problema es que Mel ya no tiene un ambiente político, ni siquiera con su propio partido. Así que ¿a qué vendría, realmente?", dijo Arturo Munguía, un enfermero que trabaja en un centro médico privado en Tegucigalpa.

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