Legislador pide sanciones para Honduras
Estados Unidos debería declarar formalmente que un golpe de Estado tuvo lugar en Honduras y recortar la mayor parte de la ayuda que envía al Gobierno que reemplazó al derrocado presidente Manuel Zelaya, dijo el jueves un influyente legislador estadounidense. Howard Berman, que encabeza la Comisión de Asuntos Externos de la Cámara de Representantes, expuso su postura en una columna publicada antes de la reunión entre la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, y Zelaya, que tendrá lugar este jueves.
Zelaya, obligado a exiliarse el 28 de junio a bordo de un avión militar, fue acusado por sus opositores de tratar de cambiar la Constitución para posibilitar la reelección más allá de un período de cuatro años.
El Departamento de Estado se ha demorado en decidir formalmente si en Honduras ocurrió un golpe militar, con la esperanza de que se llegara a una solución diplomática para restaurar a Zelaya en el poder de la nación centroamericana exportadora de café y textiles.
En la columna publicada en el diario Los Angeles Times, Berman sostuvo que "nuestra paciencia no es infinita" y llamó a Clinton a determinar formalmente que Zelaya fue removido en un golpe militar.
"Esto luce, camina y parpa como un pato. Es hora de dejar de cubrirse y llamar a esta ave por su nombre", escribió Berman, representante demócrata por California.
"Y si, por cualquier razón, los abogados del Departamento de Estado no concluyen que éste fue un golpe, el Congreso debería examinar otras vías a través de las cuales podrá afectar directamente el flujo de ayuda", agregó.
En suspenso elección de noviembre
Washington ya ha suspendido ayuda por unos 18 millones de dólares que serán cortados formalmente si se toma la determinación, debido a una ley estadounidense que prohíbe la entrega de ayuda "al Gobierno de cualquier país cuyo jefe de Estado electo sea depuesto por un golpe militar o decreto".
Funcionarios estadounidenses dijeron que la Millennium Challenge Corporation, una corporación del Gobierno estadounidense que provee fondos a países pobres con políticas sólidas, tiene unos 135 millones de dólares en ayuda para Honduras que deberá ser revisada y que podría estar en riesgo.
Pese a la condena mundial al golpe del 28 de junio, el Gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti ha dicho que no cederá a la presión para que renuncie.
Micheletti ha rechazado las propuestas del mediador Óscar Arias, presidente de Costa Rica, que habrían permitido que Zelaya regresara al poder antes de las elecciones de noviembre.
Zelaya dijo el martes en Washington que confía en que la comunidad internacional no reconocerá la elección o a su ganador si él no es devuelto al cargo antes de que se lleven a cabo los comicios.
"¿Cómo podrán realizarse elecciones legítimas, transparentes y democráticas?", dijo Zelaya en una conferencia de prensa, citando la represión política a sus seguidores por parte del Gobierno de facto.
Aunque la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó el derrocamiento de Zelaya y suspendió la membresía de Honduras, algunos países de la región ahora creen que la elección de un nuevo Gobierno en noviembre podría ser la salida a la crisis que vive Honduras.
Zelaya espera que el Gobierno estadounidense incremente la presión para que sea devuelto al poder a través de sanciones más severas.
"No importa lo que pensemos de Zelaya (y no tengo una opinión elevada de él) y sus acciones para cambiar la Constitución de Honduras, es un hecho que su mandato para gobernar fue obtenido en una elección plenamente transparente", escribió Berman.
"Mientras más se tarde en corregir esto, menos legítimas serán las elecciones de noviembre, y la salida del agujero será más compleja para toda la región", agregó.
