Argentina aprueba nueva ley de medios
La presidenta argentina, Cristina Fernández, logró el sábado la aprobación del Senado a una polémica ley que debilitará grandes empresas periodísticas críticas con su Gobierno, aunque la norma podría hacer muy poco para ayudarla a recuperar su debilitada popularidad. La ley sobre radiodifusión fue aprobada sin cambios por una amplia mayoría de senadores tras un maratónico debate de más de 19 horas, que expuso la feroz batalla planteada entre el peronismo gobernante y grandes conglomerados de medios del país, entre ellos el Grupo Clarín, el mayor de Argentina.
"Nosotros (el Gobierno) planteamos una ley que permite democratizar los medios", dijo el jefe de Gabinete Aníbal Fernández tras la votación y afirmó "es una ley que nos merecíamos los argentinos".
La iniciativa, que ya tenía media sanción de la Cámara de Diputados, agudizó el enfrentamiento de Fernández con los grandes medios privados, que temen que sea usada por el Gobierno para controlar la información y acallar la libre expresión.
La ley, según la mandataria, apunta a reducir la concentración en el sector otorgando frecuencias a nuevos actores y obligando a grandes empresas periodísticas a desprenderse de medios.
Pero según los conglomerados privados de medios de prensa, un desguace permitirá que empresarios con buenos nexos con el poder se hagan de la propiedad de compañías periodísticas.
La ley marca pautas respecto de los contenidos, con un mínimo del 70% de producción nacional para las radios y del 60% para la televisión abierta.
La normativa tendrá un régimen de sanciones para quienes no cumplan los nuevos lineamientos.
La analista política Graciela Romer dijo que la aprobación de la norma no ayudará mucho a mejorar la imagen de la impopular Fernández, en momentos en que los argentinos están preocupados por otros asuntos.
"Este es un Gobierno con serios problemas de apoyo", dijo Romer. "Este asunto no es prioridad para los argentinos, que están preocupados por el desempleo, el delito creciente y la inflación", agregó.
La votación de la legislación propuesta por el oficialismo tuvo un resultado de 44 votos a favor y 24 en contra, con 68 senadores presentes de un total de 72. Los senadores ratificaron polémicas cláusulas, como una que establece un plazo de un año para la adecuación a la norma.
La adecuación obligará a conglomerados periodísticos a vender algunas de sus compañías, aunque se espera que batallen en la justicia para evitar cumplir con la disposición, que consideran arbitraria.
Otro punto sensible es el organismo de control, en el que el Poder Ejecutivo tendrá mayoría, y que tendrá la tarea clave de conceder o revocar licencias de radio y televisión.
"Esta es una norma moderada", dijo el jefe del bloque de senadores oficialistas, Miguel Ángel Pichetto, en defensa de la ley.
Agregó que "atiende la problemática de las grandes empresas en la Argentina, porque les permite mantener una cuota importante del espacio audiovisual, como es el 35% " del espectro.
Para el editor general adjunto de Clarín, Ricardo Roa, la nueva norma "promoverá una prensa más débil y dócil frente al poder político", en un país en el que Fernández y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner suelen criticar en público al periodismo por la cobertura que hace de la gestión de Gobierno.
Inmediatamente tras la votación adeptos al Gobierno iniciaron festejos en las inmediaciones del Congreso, agitando banderas argentinas.
