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La derecha gana primera vuelta en Chile

El multimillonario Sebastián Piñera venció al partido oficial con 44.32% de los votos; diversos analistas consideran que el derechista tiene una buena posición para la segunda votación.
dom 13 diciembre 2009 06:42 PM

El multimillonario opositor de derecha Sebastián Piñera venció por un amplio margen en las elecciones presidenciales del domingo en Chile, pero deberá competir en una segunda vuelta que podría marcar el fin de casi dos décadas de gobiernos de la centroizquierda. Piñera, un empresario de 60 años con una fortuna de 1,000 millones de dólares según Forbes y que quiere más incentivos a los privados, obtuvo un 44.23% de los votos, escrutado un 59.9% de las mesas de votación.

El ex presidente Eduardo Frei, candidato de la coalición Concertación en el poder y que ha prometido seguir con las políticas de la popular mandataria Michelle Bachelet, asomaba en segundo lugar con un 30.5% de los sufragios.

Analistas han dicho que un 44% de votos en la primera vuelta en favor de Piñera lo coloca en una buena posición para el balotaje del 17 de enero, en el que según sondeos de opinión parte de los sufragios del candidato independiente Marco Enríquez-Ominami pasarían al empresario.

Un gobierno de Piñera no implicaría un cambio profundo en la política económica de apertura que ha convertido a Chile, el mayor productor de cobre del mundo, en un modelo de estabilidad.

"Necesitamos renovación. Por eso voto por Piñera. Creo que luego de 20 años, él lo puede hacer mucho mejor que la Concertación", dijo Silvia Estrada, una dueña de casa de 42 años que votó en la acomodada comuna de Las Condes, en la capital.

El candidato de derecha, que es la segunda vez que se postula a la presidencia, se ha beneficiado del desgaste de la Concertación, con divisiones internas que le costaron la salida de algunos de sus líderes.

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La alianza entre socialistas y democratacristianos llegó al poder en 1990 tras 17 años de dictadura del general Augusto Pinochet.

En las elecciones, también se renovó parcialmente el Congreso de senadores y diputados.

Enríquez-Ominami, hijo de un guerrillero asesinado durante la dictadura de Pinochet, obtenía un 19,39 por ciento en el segundo recuento oficial, mientras que Jorge Arrate, un ex miembro de la coalición que gobierna el país, conseguía un 5,86 por ciento.

Con ojos en segunda vuelta

Bachelet, quien entregará el poder el 11 de marzo del 2010, ha sido la mandataria más popular en los Gobiernos de la Concertación, aunque su alta aprobación ciudadana no ha logrado ser traspasada a Frei.

Piñera, uno de los controladores de la aerolínea LAN, accionista del popular club de fútbol Colo Colo y dueño de un canal de televisión abierta, votó en la mañana del domingo en un céntrico colegio de Santiago luciendo una camisa celeste sin corbata y acompañado por su esposa en un bullado ingreso al centro electoral.

"Lo más importante, un mensaje de esperanza para todos los chilenos: vienen tiempos mejores y muy especialmente para tantos que yo he visto con mis propios ojos, los que más necesitan de un buen Gobierno", dijo después de votar.

Unos 8.28 millones de votantes estaban inscritos para las elecciones del domingo en Chile, la economía con menor riesgo crediticio en América Latina.

Frei, de 67 años y quien gobernó entre 1994 y el 2000, ha dicho que seguirá adelante con los planes de protección social que impulsó Bachelet para los chilenos de menores ingresos que buscan achicar una de las brechas más amplias entre ricos y pobres en América Latina, pese a la prosperidad del país.

"Hoy día definimos el futuro del país. Aquí lo que se define son dos maneras, dos visiones de Chile. Nosotros no queremos saltos al vacío, ni queremos volver al pasado. Queremos un Gobierno que se preocupe por la gente", dijo Frei a periodistas tras sufragar en la sureña ciudad de La Unión.

Para los chilenos, ya acostumbrados al balotaje, la segunda ronda se anticipa como un enfrentamiento duro en que la Concertación deberá esforzarse por captar parte de los votos de Enríquez-Ominami, que al igual que los del candidato Arrate, fue alguna vez miembro del pacto oficialista.

Aunque la izquierda no ha dado su apoyo en las elecciones previas abiertamente a la coalición, sí ha dejado a sus votantes en libertad de acción y el porcentaje de sufragios se ha traspasado casi matemáticamente en favor de la Concertación en la segunda vuelta.

La izquierda agrupada tras Arrate ha insistido en llegar a un pacto que frene las opciones de Piñera en segunda vuelta, mientras que Enríquez-Ominami insiste en que él es la mejor opción para enfrentar a la derecha en un balotaje.

 

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