Helicóptero de Saba, un vuelo irregular
Las primeras investigaciones de las autoridades mexicanas revelan que el helicóptero que se estrelló provocando la muerte de cinco personas, cuatro de ellas de la familia Saba Masri volaba por debajo de su altitud registrada en su plan de vuelo.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) dijo el lunes que durante el lapso comprendido entre las 19:00 y 22:00 horas del domingo pasado, cinco helicópteros más, de las mismas características y con planes de vuelo similares autorizados para operar en la misma altitud, concluyeron sus trayectos sin ningún contratiempo.
El helicóptero Marca Augusta, Modelo A 109E con Matrícula XA-LSA, propiedad de Aerosaba despegó alrededor de las 20:00 horas del pasado domingo del Aeropuerto Internacional de Toluca, Estado de México, con destino a un helipuerto en el oeste del Distrito Federal.
Sin embargo, al sobrevolar el poblado San Lorenzo Acopilco, de la delegación Cuajimalpa, se impactó con la copa de un árbol y después con la de siete más, golpeando la terraza de una casa-habitación y precipitándose en la barranca conocida como "Mina Vieja".
En el percance perdieron la vida el empresario Moisés Saba Masri, Alberto Saba Tuachi, Adela Tuachi de Saba, Judith Cattan de Saba y el piloto Armando Fernández.
"El piloto, contaba con la experiencia para realizar este tipo de vuelo", dijo en un comunicado la SCT al destacar que continuará con las investigaciones para deslindar responsabilidades.
En entrevista televisiva, el titular de la SCT , Juan Molinar Horcasitas, reveló que los primeros indicios que tienen es que el helicóptero debería venir volando a una altitud de 3,000 a 3,500 metros y fue identificado a una altitud considerablemente menor.
Aclaró que esa es una de las cosas que deben revisarse, si el plan de vuelo con el cual salió fue ejecutado tal como estaba establecido o si hubo alguna desviación en términos de altitud o de rumbo respecto a ello.
Moisés Saba Masri era uno de los empresarios más importantes del país, fue presidente de la compañía de telefonía celular Unefon, accionista de TV Azteca y propietario de diversas empresas inmobiliarias, de telecomunicaciones, cines y de software.
En las labores de investigación del incidente que le provocó la muerte también participan la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), la Dirección de Protección Civil de la Ciudad de México, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), y el Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México, en el marco de sus propios ámbitos de su competencia.
Con información de Notimex
