Empresas
Los productos lácteos, los refrescos, las botanas, los jugos… la industria de alimentos y bebidas tendrá que adaptar sus empaques con la nueva ley de etiquetado frontal, aprobada por el Senado.
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Cualquier alimento que en su composición nutricional contenga calorías, sodio, azúcares o grasa saturada en cantidades superiores a las establecidas deberá llevar un etiquetado de advertencia.
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Según datos de ConMéxico, que agrupa a las empresas de alimentos y bebidas, las empresas tendrán que invertir 5,000 millones de pesos para realizar los cambios.
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Aunque algunas industrias sufrirán menos. Es el caso de las refresqueras, que desde 2014 –cuando se le aplicó el IEPS—han reformulado sus productos para bajar el contenido calórico de sus porciones.
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La industria logró reducir 7.2% el contenido calórico de sus productos y también diversificar su portafolio, ya que una de cada dos bebidas es baja o sin azúcar.
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Más preocupada está la industria láctea, que teme perder atractivo, ya que la mayoría de sus productos son altos en grasas por naturaleza y reformularlos para evitar los sellos de 'Alto en grasas' u 'Alto en azúcares' es más caro que para otras industrias.