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Aún no ha llegado 'el Uber' de la educación que enloquezca al venture capital

En el mundo hay alrededor de 1,200 unicornios, de los cuales 30 son edtech, pero no hay ninguno de Latinoamérica.
mié 18 enero 2023 04:08 PM
Juanita Ordoñez
Juanita Ordoñez, cofundadora de la startup PROtalento, cuenta que cerrar una ronda de inversión semilla fue la prueba de fuego para renunciar a Google y apostar por su proyecto de educación en línea.

Monterrey, Nuevo León. La pandemia fue un catalizador de las edtech (empresas de tecnología educativa). Juanita Ordoñez, cofundadora de la startup PROtalento, asegura que el periodo de encierro les dio un impulso a estas plataformas, que se convirtieron en una alternativa para continuar con la educación desde casa.

Antes de la aparición del covid, la colombiana deseaba crear una universidad. Llevaba trabajando ocho años en Google cuando conoció a Juan David Aristizábal, su actual socio y quien fungió como copresidente del Foro Económico Mundial en 2019.

Junto con el director de Microsoft, Satya Nadella, Aristizábal tenía la tarea de entender cómo se podían reemplazar los trabajos que estaban perdiendo las personas por la tecnología. Pero al salir de Davos se preguntó qué pasa con la gente que ni siquiera encuentra un empleo. De ahí surgió la idea de fundar PROtalento.

Pero cerrar una ronda de inversión semilla fue la prueba de fuego que Ordoñez tuvo que pasar para 'renunciar al godinato' y apostar por su proyecto de educación en línea. De acuerdo con la consultora McKinsey & Company, los capitales de riesgo (o de venture capital) invirtieron 20,800 millones en el sector edtech a nivel mundial en 2021. Eso es 40 veces más la cantidad que dieron en 2010. Pero, comparado con startups de otros sectores, las edtech tienen una desventaja.

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“No somos atractivos para los fondos que buscan retornos rápidos de inversión. El primer paso para entrar a un territorio nuevo es encontrar a un socio maduro y desarrollar una sociedad que resulte atractiva en su agenda”, reconoce Ordoñez.

Además, hoy, ya pasada la contingencia, “solo cuatro de cada 10 estudiantes egresan de una plataforma educativa online y encuentran un empleo formal”, apunta la también cofundadora de EdLatam Alliance.

“Soy una creyente que como humanos nos definimos en momentos de estrés, entonces antes de asociarnos nos fijamos la meta de cerrar una ronda por 600,000 dólares en un mes. Entre los inversionistas estuvo Fundación Botnar de Suiza, New Ventures de México y algunos súper ángeles”, detalló Ordoñez en una entrevista que se realizó en el Congreso Internacional de Innovación Educativa (CIIE) 2023, organizado por el Tecnológico de Monterrey.

Expansión (E): ¿Cuál es el valor diferenciador de PROtalento contra el resto de las plataformas educativas en línea?
Juanita Ordoñez (JO): Casi el 70% de las empresas no están encontrando los perfiles que necesitan y eso hace que estén pagando caro por el talento capacitado. Nosotros buscamos formar talento de calidad a través de los mejores bootcamps para que se regulen los precios de los salarios y que más personas puedan tener empleo con un promedio salarial de 18,000 pesos. Formamos en una especialización tech más inglés y con el acompañamiento personalizado de un tutor (psicólogo) y de un mentor (guía profesional).

E: A sabiendas que Nubank es tu startup favorita en América Latina, ¿qué es lo que las edtech tienen que aprenderle a una startup como esta para poder crear el Uber de la educación?
JO: Para mí la CDMX es el Nueva York de América Latina. Es muy dinámico y están pasando muchas cosas alrededor del emprendimiento. Sin embargo, en el mundo hay alrededor de 1,200 unicornios, de los cuales 30 son edtech y no hay ninguna de Latam. Yo sigo viendo una oportunidad muy grande porque no ha llegado el Uber o el Airbnb de la educación.

Han sido startups que han crecido muy rápido, que generan muy buen ingreso, pero ninguna ha creado el cambio que necesita la educación. En el segmento en el que está PROtalento, que es educación superior, siete de cada 10 personas en el mundo no entran a este nivel y trabajan en la informalidad. Eso muestra que hay algo que tiene que hacerse diferente.

Por eso me encanta Nubank. Encontró que alrededor del 75% no accede a servicios financieros y la startup se volvió el banco de todos, como Uber se volvió el conductor de todos. Eso realmente es disruptivo y genera cambios. Nubank mostró que sí es posible romper paradigmas.

Ahora, no por hacer algo bueno tengo que ser una fundación porque si yo soy un negocio sostenible y que genera ingresos voy a causar mayor impacto y tendré más sostenibilidad en el tiempo. Hay fundaciones, cuyo impacto es muy chico porque dependen de las donaciones. Acá edtech es el vehículo, pero fintech es la gasolina, pues el ingreso promedio en un hogar en Latam es muy bajo, así que tampoco hay tanto espacio para invertir en educación. Ahí es donde comulga el financiamiento con la educación.

Lo que detecto entonces es que nos lancemos a ser disruptivos. Es muy fácil decirlo, pero muy difícil hacerlo. Es como encontrar una receta secreta y estar afinando todos los días. Segundo, es la prueba y el error, y la otra es que los emprendimientos pueden ser los más creativos e innovadores en Latam, pero falta visión. La mayoría quiere ser más grande en algún país latino, pero no sueña con ser el más grande del mundo. Eso sí lo tiene la gente de Estados Unidos, de Asia. Piensan en grande.

E: ¿Es posible tener contenidos buenos que fomenten la permanencia del estudiante, pero que no sean tan costosos?
JO: Del contenido online y offline, nueve de cada 10 es muy malo. Estamos llenos de universidades de garaje. Uno entra a Facebook o Instagram y hay miles de bootcamps. No se trata de producir más contenido, hoy día es un commodity y el uno de 10 que es muy bueno también es muy costoso.

Pero eso no significa que no haya excepciones. Pongo de ejemplo a Devf, un bootcamp que tiene un contenido increíble y a un precio más accesible. Asegurar el empleo en un promedio de seis meses puede costar alrededor de unos 48,000 pesos. Y aún así, a los latinos nos cuesta pagar eso, lo que nos obliga a pensar en formas de financiar la educación.

En PROtalento hemos probado muchas, pero 97% de nuestros estudiantes usan la de ‘estudia ahora y paga después’, seguido de una beca, mientras que uno de 10 escoge pagar una cuota con el descuento del 10%, pagar a mensualidades sin intereses o pagar en más tiempo, pero con intereses fijos. En México, encontramos que las tasas promedio de educación son del 60%.

E: ¿Cómo identificar el buen contenido entre las edtech que hay en el mercado?
JO: Investigando, hablando con personas que estudiaron en el bootcamp y viendo los indicadores de empleabilidad. Cuántas de las personas que salen de esa edtech están consiguiendo empleo y en dónde. Lo que garantizan la mayor parte de las universidades es un cartón con una foto linda, pero no la empleabilidad. Hay que tener cuidado porque, así como está el fast food y el fast fashion, también está el fast education. La mayoría de las escuelas online funcionan así.

E: ¿Cuál es el futuro que prevés para las edtech ahora que ya pasó la pandemia?
JO: Venimos de una crisis económica, donde las edtech tienen una gran responsabilidad. Veo la educación muy crítica para poder formar ante las nuevas necesidades del mercado laboral, por eso creo que instituciones como el Tecnológico de Monterrey son muy buenas para temas de medicina, ingeniería, de carreras que requieren tiempo, pero sí hay que estar conscientes de que el mundo cambia a diario y para ese mundo no todos, ni necesariamente, debemos estudiar carreras de cuatro años, sino programas formativos de menor tiempo. El reto de la educación superior es ese.

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