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El racismo en el futbol mexicano, un mal silencioso

Los casos de racismo en el futbol europeo hacen pensar que son un mal exclusivo del viejo continente, aunque en México también se vive
mar 31 enero 2012 09:26 AM
baloy
felipe baloy baloy

Los casos de discriminación en el futbol europeo como los cantos racistas en Italia, o la sanción al futbolista uruguayo Luis Suárez en la Liga Premier inglesa por haber llamado "negrito" a Patrice Evra del Manchester United, son asuntos que parecen ser exclusivos del viejo continente.

Sin embargo, en el futbol mexicano también suceden situaciones parecidas, aunque hasta ahora no se han asumido como graves las ofensas que tienen que ver con el color de piel o la orientación sexual en el mundo del futbol.

"Es tan normalizado que la mayoría de las personas, las televisoras, los aficionados y los propios jugadores asumen que se trata de un tema mucho más lúdicos", señaló a CNNMéxico el presidente de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación, Ricardo Bucio.

Un ejemplo de este tipo de expresiones que medios de comunicación permiten es el grito de "puto", "una expresión de homofobia porque lo que está representando es desprecio al portero a través de decirle que lo despreciable es ser 'puto'", añadió Bucio.

De acuerdo con el funcionario, del total de quejas que ha recibido el Conapred en los últimos años sobre racismo más del 30% son el ámbito del futbol. Sin embargo, señaló que lo que se vive en México es una situación aún salvable en comparación con Europa donde el racismo está teniendo una expresión compleja en contra de los migrantes.

Uno de los casos más recientes de racismo en el futbol mexicano fue para el jugador panameño Felipe Baloy, quien en un partido entre Monterrey contra Santos en el torneo Apertura 2006, el entonce jugador de los Rayados fue recibido por un sector de la afición en el estadio Corona de Torreón con gritos de "chango come plátano", así como sonidos de esos animales cada vez que el futbolista tocaba el balón.

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Los Rayados apoyaron a su compañero y sacaron una manta en la jornada siguiente en la que apuntaban que "la única diferencia de color está en el uniforme".

"Lo que sucede en la cancha, además de que afecta a los actores que ahí están involucrados, afecta también al público y a la afición en relación a que el futbol y los otros deportes en general no solo son una fuente de entretenimiento, no solo son un motor de desarrollo económico, sino también son un motor de desarrollo social", explicó Bucio.

Años después, Baloy fue fichado por Santos, club con el que jugó la liguilla del torneo Bicentenario 2010, en el que se midió con Pumas en cuartos de final. El panameño acusó a los jugadores del club universitario, Marco Antonio Palacios y Darío Verón de haberlo insultado con palabras racistas.

Baloy aseguró que Pikolín y Verón lo llamaron "negro" y "mono", haciendo referencia al color de su piel.

"En la cancha nos decimos de todo, nos gritamos, pero ese tipo de comentarios no se deben hacer", apuntó en ese entonces el jugador.

Tras el incidente, se abrió una investigación por parte de la Conapred. Los futbolistas pumas se comprometieron más tarde a participar en campañas de la institución.

Un año más tarde, la polémica del racismo regresó a las canchas durante un partido de liga entre Cruz Azul y Santos. El colombiano Carlos Darwin Quintero perdió los estribos después de que el cruzazulino, Rogelio Chávez, supuestamente lo llamara "simio de mierda".

No obstante, la Conapred no encontró elementos necesarios para responsabilizar al jugador celeste y lo exoneró.

El Cruz Azul, uno de los equipos más populares del futbol mexicano, inició una campaña con el Conapred a finales de 2011 con el fin de convertirse en un ejemplo de compromiso social en la lucha contra la discriminación.

En un video publicado en la página del club, los jugadores Christián Chaco Giménez, César Villaluz y el colombiano Edixon Perea Valencia participan al mandar el mensaje de que "en esta cancha jugamos todos".    

De acuerdo con el reglamento de la Federación Mexicana de futbol, el castigo que se impone a un jugador que incurra en una conducta discriminatoria es suspendido por cinco partidos además de una multa que puede llegar al menos a 400,000 pesos.

Sin embargo, los jugadores presuntamente acusados de haber ofendido con insultos raciales no recibieron un castigo significativo por parte de la federación y todo se resolvió a través de las juntas de reconciliación de la Conapred.

"En el caso de tanto de Pumas como de Cruz Azul tuvimos una respuesta muy positiva que creo que, desgraciadamente, le faltó la contraparte de lo que tendría que hacer, en base a su reglamento, la propia Federación Mexicana de futbol, porque ellos no asumieron, no tomaron en cuenta el tema y no hubo algún tipo de procedimiento", apuntó a CNNMéxico el presidente de la Conapred.

La Femexfut no solo dirige el castigo hacia los futbolistas, sino que esta también aplica para los aficionados que acuden a los estadios a apoyar a sus equipos.

En el caso de pancartas ofensivas que son mostradas en las tribunas, la Comisión Disciplinaria de la federación sancionará económicamente al club local con un multa de 350,00 pesos, tal como sucedió en 2006 con el estadio Corona tras los insultos sobre Felipe Baloy.

Pero la Conapred apunta que hace falta más acción explícita por parte de la federación deportiva y "no tienen que esperar a que 'se ahogue el niño para tapar el pozo'", y trabajar en temas que afectan a los deportistas, más que en campañas como la del cáncer de mama.

"No se trata de prevenir insultos, ni de quitarle la pasión al deporte, se trata de que el juego no promueva situaciones como percepciones de desventaja entre los jugadores si son de un país u otro", aseguró Bucio.

La palabra "negrito" con la que Suárez se refirió a Evra viola la regla E3 del reglamento de la Federación Inglesa de futbol (FA) "al hacer referencia a cualquier persona o más por su origen étnico, color, raza, nacionalidad, creencia, género, orientación sexual o discapacidad", según indica el documento.

Suárez recibió en diciembre pasado una multa de más de 60,000 dólares (unos 800,000 pesos), mientras que el club Liverpool tuvo que pagar un poco más de la mitad.

"Pueden quejarse de la jugada, de la forma en cómo el equipo reaccionó, del jugador contrario, pero que no se haga a razón de las características de identidad", apuntó el presidente de la Conapred.

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