La Liga MX, un intento para recuperar la atención del aficionado al futbol
La afición mexicana parece haber perdido interés en seguir a los equipos nacionales de futbol. Hace un par de años la audiencia tuvo una de sus peores caídas.
"La afición ha bajado en cuanto a rating televisivo y en cuanto a la asistencia a los estadios", explica Miguel Couchonnal, director general del Atlante, uno de los clubes con menos seguidores en el máximo circuito.
Esto llevó a la propuesta de crear la Liga MX, una estructura independiente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) que lograría negociar en bloque la transmisión de los encuentros de los partidos que la integran a través de un sistema de televisión de paga.
En realidad, las modificaciones al torneo de Primera División que se barajan hace meses buscarán, sobre todo, un cambio de imagen por encima de uno deportivo.
"En la primera fase esto consiste simplemente en construir un concepto y generar una marca", explica Decio de María, quien fue seleccionado para tomar las riendas de la creación de la nueva estructura.
Uno de los equipos que resintió la falta de interés de los aficionados fue el Santos Laguna, que además de perder dos finales en menos de un año, también protagonizó a finales de 2010 uno de las finales menos vistas por televisión.
"Hubo un momento crítico aproximadamente a finales de 2010 y principios de 2011", dice Alejandro Irarragori, presidente del club Santos Laguna.
Sin embargo, equipos con grandes aficiones, como Pumas, también han resentido la pérdida del interés por el este deporte. Para nadie es un secreto —dice Jorge Berthely, gerente comercial de Pumas— que el futbol mexicano ya no es tan popular como era, por ejemplo, a finales de la década de 1970, "cuando las finales tenían un rating por arriba de los 35 puntos".
La prioridad inmediata de los clubes es mejorar el negocio, no el futbol: quieren aumentar en tres años el rating promedio en dos puntos, o un millón más de espectadores por encuentro.
Si tienen éxito, el negocio generará en 2015 unos 24 millones de dólares adicionales para los equipos. El problema para Decio de María, encargado del diseño y administración de la nueva liga, es que debe revivir un torneo cuyos ratings han sido decepcionantes en los últimos años.
El modelo a seguir era la Premier League inglesa, que cuadruplicó sus ingresos televisivos al dejar la televisión abierta y negociar en bloque con un proveedor de señal restringida.
Aunque los clubes mexicanos analizaron ese modelo, finalmente decidieron que su suerte seguirá atada a la de las principales televisoras. La nueva liga no prevé la negociación colectiva de los contratos con las televisoras ni la posibilidad de que el futbol emigre a la televisión de paga.
Un diagnóstico realizado en 2006 por la firma Protego sobre cómo mejorar el modelo de negocios de la Femexfut, proponía que los clubes transparentaran sus finanzas para poder calcular el valor real del futbol mexicano y que negociaran en bloque los derechos de transmisión para obtener mejores tarifas de Televisa y TV Azteca.
Pero la asamblea de los directivos de los 18 equipos que integran la Primera División decidió no implementar las propuestas.
Luego de meses de especulación, el 26 de abril la asamblea de dueños aprobó, por unanimidad, crear una estructura independiente dentro de la Femexfut, encabezada por De María, quien manejará exclusivamente la Primera División, que lleva el nombre de Liga MX.
Muchos creían que los cambios apuntarían a mejorar la calidad del torneo, pero en realidad el principal objetivo es crear una marca alrededor de la liga. La idea, según De María, es que la liga sea tan reconocida como la Selección Nacional.
"El proyecto de selecciones nacionales ha sido un proyecto exitoso que seguramente en el futuro dará mayores satisfacciones deportivas, así como administrativas", explica De María.
Aunque insiste en que los cambios no buscan generar más ingresos, admite que en un periodo de entre tres y cinco años, los clubes cobrarán más a los anunciantes y patrocinadores.
Incluso se evalúa la posibilidad de que en uno o dos años se venda el nombre de la liga a un solo patrocinador, como sucede con la Liga BBVA en España, la Barclays Premier League o la Copa Santander Libertadores en Sudamérica.
Pero De María sabe que, para poder obtener más dinero de la liga, primero tiene que evitar que más personas pierdan el interés en el torneo mexicano y, de ser posible, aumentar el número de aficionados. Por eso, uno de los principales objetivos para los próximos tres años es elevar en dos puntos el rating televisivo promedio de los 248 partidos que se transmiten por señal abierta, lo cual equivaldría a un millón más de televidentes por encuentro.
Otra de las metas que se plantearon fue que en tres años todos los equipos consigan una asistencia de por lo menos 50% en sus estadios y que instalen butacas en todas las sedes. Al final, la meta es que el futbol mexicano vuelva a enamorar a la afición mexicana. Y a los anunciantes.
La revista Expansión es parte de Grupo Expansión, una empresa de Time Inc. La firma edita en México 17 revistas y siete sitios de internet, entre ellos CNNMéxico.com. Este es un fragmento del reportaje publicado en el número 1092 de la publicación.