Esta medalla es mi mejor regalo de cumpleaños: Paola Espinosa
Después de la segunda ronda en la final de saltos sincronizados desde 10 metros, Paola Espinosa recordó que era la persona mayor de la dupla mexicana. Entonces miró los ojos de la niña Alejandra Orozco y le recordó: "Ahora viene lo bueno".
Fue para las mexicanas el momento clave en la competencia olímpica de Londres 2012 en la que ganaron este martes la medalla de plata con 343.32 puntos, por detrás de las chinas Ruolin Chen y Hao Weng.
Paola, que cumplió 26 años este martes, y Alejandra, que con 15 aún no tiene credencial de elector en México, ocupaban entonces el séptimo lugar.
"Aparecer entre las últimas después de los dos primeros saltos estaba previsto porque nunca nos salen bien, entonces asumimos que venía la oportunidad de marcar diferencia con nuestros saltos de gran dificultad", explicó Paola poco después de recibir la presea.
Si bien los mexicanos sabían que la pareja podía pelear las medallas, los directivos de la delegación asumieron la competencia con reserva por la interrogante de cómo reaccionaría una niña de 15 años en un instante de tanta presión.
La incertidumbre duró muy poco. Mientras otras atletas se veían tensas en la ceremonia de presentación, Alejandra soltó una media carcajada al escuchar su nombre y relajada le platicó algo a Paola, un pez gordo del circuito mundial que también debió servir de guía a su compatriota adolescente.
"Yo solo quiero darle gracias a 'Ale' por darme la oportunidad de subirme a la plataforma y hacer un gran trabajo, esta medalla es mi mejor regalo de cumpleaños", dijo Paola, quien se confirmó como una de las más grandes deportistas latinoamericanas de todos los tiempos, de las pocas con un título mundial y dos preseas olímpicas.
Pero más que eso, la gran campeona habló quizás por primera vez como adulta, con una pose madura alejada a la de la niña bonita de 18 años concursante en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Quizás fue porque debió crecer un tramo entre el segundo salto y el quinto para guiar a su compañera o por el sentimiento de ganar medalla el día de su cumpleaños.
"Los Juegos Olímpicos se me empiezan a volver nostálgicos", dijo, mientras 'Ale' casi la trataba de usted y prometió entrenarse duro para un día ser como ella.
No fue una ilusión, hasta el propio presidente de México, Felipe Calderón se dio cuenta. "Me llamó por teléfono para decirme que se notaba mi experiencia y cómo llevaba a 'Ale'", explicó Paola con un tono parecido al que usan las mamás con sus hijas.