Los 49ers tienen un épico regreso y buscan redimirse ante los Cuervos
Tenían todo en contra. La condición de visitantes, una desventaja de 17 puntos, un público que no se cansó de abuchearlos y una serie de errores que parecían marcar un destino desfavorable, pero al final, San Francisco lo volvió a hacer: jugará su próximo Super Bowl contra los Cuervos de Baltimore este 3 de febrero.
En Atlanta, este fin de semana solo se habló de tres cosas: la toma de protesta de Barack Obama en una ceremonia pública que se realiza este lunes, el homenaje por el 84 aniversario del natalicio de Martin Luther King Junior, pero sin duda, el que más acaparó la atención era la posibilidad histórica que tenían los Halcones de ganar el Super Bowl.
El futbol americano estaba en todas partes. En los autobuses con letreros de Go Falcons (Vamos Halcones), en los espectaculares y en las calles con la gente que se instaló en grupos para ver el partido acompañados de una hielera, cervezas y una lona para protegerse del sol. Este domingo, el rojo fue el color favorito de los habitantes para vestir.
Desde antes del mediodía, el Georgia Dome abrió sus puertas para recibir a los más de 70,000 aficionados que llenaron el estadio. A pesar de que su equipo no lucía como favorito, la gran campaña de los Halcones ilusionaba para hacer de este 20 de enero una ocasión especial.
El partido empezó y todo indicaba que Atlanta respondería a su afición y le darían el segundo pase en su historia a la fiesta máxima del futbol americano . Un 17-0 en el segundo cuarto había puesto en la lona a los 49ers, un equipo que junto con los Vaqueros de Dallas y los Acereros de Pittsburgh se disputan gran parte de la afición a el futbol americano en México y que ahora buscan conseguir un Super Bowl después de 18 años.
En la temporada pasada, el entrenador del equipo californiano, Jim Harbaugh, logró llevarlos a la postemporada con 13 triunfos y tan solo tres derrotas, sin embargo fueron humillados en casa por los caballos negros de aquellos playoffs, los Gigantes de Nueva York, que a la postre serían los actuales campeones de la NFL.
Este domingo San Francisco fue el que le dio una lección a los Halcones en su estadio, que no supieron mantener una cómoda ventaja y fueron víctimas de exceso de confianza y una serie de desaciertos.
Atlanta dio el primer golpe cuando el quarterback Matt Ryan conectó con el receptor Julio Jones, quien sin problema se perfiló a la zona de anotación e hizo el primer touchdown. Jones aumentó la ventaja tras una gran atrapada de un pase de cerca de 30 yardas del quarterback Matt Ryan, justo en el filo del terreno de juego.
Un gol de campo puso a Atlanta a por lo menos tres anotaciones de distancia a los 49ers que reaccionaron hacia el final del segundo cuarto de la mano del corredor LaMichael James para el 17-7.
Comenzaron los errores de Atlanta, que prendió las alertas cuando el ala cerrada Vernon Davis puso a San Francisco a tres puntos de distancia, sin embargo, los Halcones pudieron respirar previo al medio tiempo cuando Tony Gonzalez atrapó el lanzamiento de Ryan y puso el marcador 24-14.
El estadio se metió al juego de nuevo. Por un lado, los gritos de "¡Falcons!" cuando su equipo estaba a la ofensiva y por otro los silbidos y el escándalo con el que buscaban desconcentrar a San Francisco cuando se encontraba al ataque.
En el tercer cuarto, San Francisco volvió al ataque y el corredor Frank Gore acarreó por tierra el balón para nuevamente acercar a tres puntos a su equipo.
El drama en el Georgia Dome creció cuando el pateador David Akers intentó emparejar el marcador con un gol de campo, pero su tiro pegó en el poste izquierdo y la oportunidad escapó. Los aficionados, que en un principio celebraban las anotaciones, festejaron la suerte que favorecía a su equipo.
Atlanta, sin nuevas ofensivas que pusieran en peligro a sus rivales, se volvió a salvar cuando Michael Crabtree soltó el balón en la línea de anotación.
Los Halcones desperdiciaron de nuevo su oportunidad de ataque y en el turno de San Francisco, Frank Gore no perdonó, corrió nueve yardas y puso a los 49ers por primera vez arriba en el partido, cuando quedaban más de cinco minutos por jugarse. Una ventaja que ya no perdería.
Atlanta tendría una última oportunidad, pero la dejó escapar al no poder anotar cuando se encontraba a menos de 20 yardas de distancia de la meta de los niners.
El tiempo terminó y se concretó el regreso de San Francisco al Super Bowl en busca de recuperar el respeto que obtuvo en las décadas de 1980 y 1990, cuando ganó cinco títulos comandado por los legendarios Steve Young y el tres veces mejor jugador Joe Montana.
En esta temporada, sorpresivamente, el quarterback Colin Kaepernick se convirtió en el líder de los 49ers, luego de la lesión de Alex Smith. Kaepernick guió al equipo a ser el segundo mejor de la Conferencia Nacional, justo detrás de Atlanta, que ahora tendrá que esperar a la siguiente temporada para hacer historia.
San Francisco, que logró enmudecer a los aficionados de Atlanta, jugará contra los Cuervos de Baltimore que apalearon a los Patriotas 28-13 en Nueva Inglaterra. Baltimore no logra un Super Bowl desde 2001.
Los de California tendrán una nueva oportunidad para reencontrarse con su afición el 3 de febrero en Nueva Orleans que tendrá entre sus atractivos el regreso de Destiny's Child para el espectáculo de medio tiempo.
San Francisco ganó por última vez un Super Bowl en 1995, cuando derrotó 49-26 a los Cargadores de San Diego en el Joe Robbie Stadium, de Miami.