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Tras su hazaña de Cuba a Florida, Diana Nyad nadará 48 horas en Nueva York

La nadadora planea realizar nados para recaudar fondos y ayudar a las víctimas de 'Sandy', del tornado de Oklahoma y el atentado de Boston
mar 03 septiembre 2013 05:57 PM
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Tras haber nadado de Cuba a Florida para cumplir un sueño de décadas, Diana Nyad pone la mira su siguiente desafío.

“Ya tuve suficiente del océano”, dijo el martes en el programa New Day de CNN. “¡Nunca volveré a sentirme mareada! ¿Ven lo feliz que luzco?”, indicó.

Con todo, está dispuesta a hacer algo que pocas personas podrían hacer. Nyad planea nadar durante 48 horas en la ciudad de Nueva York.

Para ello se instalará una alberca especial para el evento que se llevará a cabo del 8 al 10 de octubre con el fin de recaudar fondos para las personas que perdieron su hogar a causa de la supertormenta Sandy.

“Luego vamos a llevar esa alberca al maratón de Boston, en el aniversario del atentado terrorista y vamos a nadar allá para ayudar a que esas personas se recuperen”, dijo. También viajará a Moore, Oklahoma, ciudad que quedó asolada a causa de un tornado a principios de este año.

Es una “linda alberca sin olas, ni medusas, ni mareos”, bromeó Nyad. “Esas 48 horas deberían ser muy fáciles”, dijo a Kate Bolduan de CNN.

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El viaje de casi 53 horas que Nyad emprendió en su quinto intento por cruzar lo que ella llama “una extensión de agua traicionera” , culminó con su victoria del lunes. Hizo su primer intento por completar el recorrido de Cuba a Florida hace 35 años, cuando tenía veintitantos años. Ahora tiene 64.

“Esta vez, el destino realmente me llevó a un estado de euforia”, señaló Nyad a relatar su travesía y sin haberse recuperado de las secuelas de su histórico nado.

El oleaje era “implacable” y la máscara especial diseñada para protegerla de las quemaduras de las medusas provocó que “tomara demasiada agua salada”, dijo.

“Me sentía muy enferma. Estoy un poco golpeada”, dijo. La experimentada nadadora tiene laceraciones en el rostro y efectos de la exposición al agua salada dentro de la boca . Sin embargo, “la euforia está borrando cualquier problema físico”.

Nyad relató que la gente le decía constantemente que era “imposible” nadar de Cuba a Key West, Florida. La animaron a intentar en aguas más amigables, como en las Maldivas o Guam. “Pero Cuba estaba en mi corazón; cuando veía un mapa, eso desataba mi imaginación. Así que no quería descartarlo. Esta vez tuve suerte”, señaló.

“La corriente del Golfo fue mi amiga y usualmente no es así”, dijo. “Usualmente estás dando vueltas en círculos, dirigiéndote hacia el este de las Bahamas. Esta vez la corriente del golfo se dirigió al norte, justo hacia donde me dirigía”.

Durante el trayecto estuvo rodeada por un equipo de 35 personas “que trabajaban como máquinas”, dijo Nyad. Había personas a bordo de kayaks que ayudaban a alejar a los tiburones y en el agua, junto a ella, iba un experto en medusas que recogía a los animales para alejarlos de ella.

Su entrenadora, Bonnie Stoll, la ayudó a “superar de alguna forma los momentos difíciles”, dijo Nyad.

Sin embargo, es “una experiencia muy aislante”, dijo.

“Cuando te sientes bien y surcas las aguas durante las horas del día, cantas canciones de Neil Young y cuentas en francés, en alemán y en español para pasar el rato”, indicó.

Sin embargo, dijo: “tuve dos noches de sufrimiento total”. En esos momentos “no piensas en nada, solo aguantas y sobrevives”.

Durante una conferencia de prensa que se celebró la mañana del martes, Nyad agradeció a su equipo y bromeó mientras relataba su nado. Dijo que la noche del domingo, alucinó que veía el Taj Majal.

Al recordar un intento previo, habló de que había alucinado mientras veía en dirección a una serie de luces que supuestamente serviría para indicarle en donde estaba el bote de apoyo, para que supiera en qué dirección nadar durante la noche. Recuerda haber dicho a Stoll, desde el agua, que había visto personas que caminaban en un camino de ladrillos amarillos y cantaban Heigh-Ho.

Nyad dijo que Stoll respondió, “hacia allá es a donde te diriges, síguelos”, lo que provocó risas.

Las personas que han seguido de cerca sus esfuerzos durante años “no son sabuesos de los deportes”, dijo a CNN. “Son seres humanos que están lidiando con sus propias congojas y sus propios obstáculos en la vida y quieren saber cómo salir adelante”, comentó.

Nyad dijo que representa el compromiso de nunca rendirse al hacer algo “importante para tu corazón: pones atención en lo que tienes dentro de ti y encuentras la forma”.

Su edad es un mensaje para los baby boomers, dijo. “Creo que la gente me ve y dice ‘rayos, no, no estoy viejo’. Cuando tenga 90 años me sentaré en una silla mecedora a observar el atardecer. Pero mira, mis amigos de sesenta y tantos años están activos, en su apogeo intelectual… les estoy demostrando que incluso puedes estar en el apogeo físico a esta edad”, finalizó.

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