Aragonés, el impulsor de un cambio histórico del futbol español
Luis Aragonés fue el conductor de una transformación del futbol español, que cambió, en 2008, una historia de fracasos en competencias mundiales por un presente y futuro de grandes triunfos.
El director técnico español, que falleció la madrugada de este sábado en la clínica Cemtro de Madrid, a los 75 años, víctima de una leucemia, era conocido como el Sabio de Hortaleza, por su carrera como jugador y entrenador del balompié.
Nacido en Hortaleza, Madrid, el 28 de julio de 1938, Luis Aragonés Suárez firmó con el Atlético de Madrid el 7 de abril de 1964, apenas tres semanas después de que fuese proclamado presidente Vicente Calderón.
Luis desembarcó en el Manzanares procedente del Betis, con 26 años y un amplio bagaje a sus espaldas, después de haber militado en Primera División con el Real Oviedo.
Vistió la camiseta del Atlético de 1964 hasta 1974, jugó 372 partidos con el equipo (265 de liga) y anotó 172 goles (123 en liga).
El ex técnico de futbol levantó el trofeo de la regularidad en 3 ocasiones (1965-66, 1969-70, 1972-73), en dos la Copa de España (1964-65 y 1971-72), y fue máximo goleador de Primera División en la temporada 1969-70.
Además, Luis vistió la camiseta de la selección española en 11 ocasiones, anotando tres goles.
Ya como futbolista, Aragonés dejó entrever sus grandes dotes de líder. Así lo admite Adelardo Rodríguez, su compañero en el terreno de juego. "Ese carácter que luego muestra como entrenador ya lo tiene como jugador. A veces se enfadaba con nosotros, con los compañeros. Tenía una gran personalidad, mandaba en el campo y buscaba muy bien los espacios”.
Y tanto carisma es el que lo convirtió en estratega en 24 horas, el tiempo que transcurre desde que cuelga las botas hasta que dirige.
El 24 de noviembre de 1974 jugó su último partido con el Atlético y enseguida inauguró una carrera repleta de éxitos en los banquillos.
Ostentó el récord de partidos dirigidos en el Atlético (407) y en la liga española (757), en la que también dirigió al Betis, Barcelona, Espanyol, Valencia, Sevilla, Oviedo y Mallorca. Y fuera de España al Fenerbahce turco, después de haberlo hecho con la selección española.
Como técnico logró para los madrileños una Copa Intercontinental (1975), una Liga (1977), tres Copas del Rey (1976, 1985 y 1992), una Supercopa de España (1985) y el campeonato de Segunda División (2002).
"Ha sido el entrenador con mayúsculas", opina Miguel Ángel Ruíz, a las órdenes de Aragonés desde 1982 hasta 1987. "Es difícil que la opinión sobre un entrenador sea unánime. Es difícil que todo el mundo hable lo mismo, y con Luis ocurre”.
Pero no sólo en el Atlético dejó huella. El técnico marcó un hito en la selección española, a la que cambió radicalmente.
Luis fue el artífice de una transformación histórica, de una radical mutación que convirtió a un combinado acostumbrado a perder, y en el que la barrera de los cuartos de final parecía insuperable, en un equipo campeón.
Lo consiguió el 29 de junio de 2008, tras vencer a Alemania 1-0 en el Ernst Happel de Viena con gol de Fernando Torres. Esa noche acabó con una sequía de 44 años de España sin ganar un título.
Al ex jugador y seleccionador de futbol le sobreviven su esposa y cuatro hijos.