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Pistorius fue "negligente" pero no cometió un asesinato premeditado: jueza

Oscar Pistorius fue hallado no culpable del asesinato premeditado de su novia, pero podría recibir una sentencia por "homicidio culposo"
jue 11 septiembre 2014 05:15 AM

La noche en que murió Reeva Steenkamp, Oscar Pistorius no cometió asesinato, dijo la jueza del caso este jueves. No tenía intención de matarla, dijo la jueza Thokozile Masipa.

Pero la conducta de Pistorius fue "negligente", dijo la jueza al comenzar a leer su veredicto por el caso que se resolverá finalmente el viernes.

La conclusión de Masipa de este jueves sugiere que ella lo podría encontrar culpable de "homicidio culposo", según la justicia de Sudáfrica. Antes había dicho que el atleta sudafricano no es culpable de "asesinato" y no mató intencionalmente a Steenkamp.

La evidencia sugiere que Pistorius realmente creía que su novia Reeva Steenkamp todavía estaba en su dormitorio, y que la persona en el cuarto de baño era un intruso, aunque eso es irrelevante para el caso, dijo Masipa.

El atleta lloraba mientras la jueza comenzó a leer el extenso veredicto.

El juicio por la muerte de Steenkamp comenzó hace seis meses, lo que atrajo la atención del mundo con detalles gráficos de cómo ocurrieron los disparos contra la modelo.

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Antes de que la jueza rechazara la acusación de asesinato premeditado, cuestionó el motivo de los disparos "no uno... sino cuatro tiros" antes de haber buscado a su novia.

Sin embargo, dijo, la intención de disparar no significa necesariamente la intención de matar. "El tribunal está convencido de que en el momento pertinente, el acusado podía distinguir entre el bien y el mal" y actuar en consecuencia, dijo.

Pistorius pudo haber realizado otras acciones cuando pensó que había un intruso, dijo la jueza. "Todo lo que pudo haber hecho el acusado era tomar su teléfono y llamar a seguridad o a la policía".

"Él pudo salir corriendo al balcón y gritar de la misma forma después del incidente", agregó.

Poco antes, Masipa puso en duda las declaraciones de los testigos, y dijo que cree que los testimonios estuvieron influenciados. Dudaba de los testigos del Estado, diciendo que estaban entre dormidos y despiertos  la noche del asesinato, el 13 de febrero de 2013.

"La tecnología es más fiable que la percepción humana y la memoria humana", dijo.

La juez dijo que las lesiones a la víctima eran “inmediatamente incapacitantes", y dijo que creía que un grito escuchado por testigos la noche del asesinato era de Pistorius, no de Steenkamp.

Masipa parecía aceptar la línea de tiempo de los acontecimientos que presentó la defensa, en la que los disparos vinieron primero, y luego el grito que pudo haber sido de Pistorius.

Refutó algunos aspectos del caso del estado: el hecho de que Steenkamp tomó su teléfono y se encerró en el baño al parecer por temor por su seguridad, mensajes telefónicos entre la pareja que mostró algunas peleas, así como su estado estomacal.

Los padres de Steenkamp, Barry y June Steenkamp, estaban tristes e inexpresivos unas cuantas filas detrás del acusado en el juicio por el asesinato de su hija. Su padre bajó la cabeza al oír acerca de las heridas mortales de su hija.

Los tíos y hermanos de Pistorius también asistieron a la audiencia en la sala llena.

¿Fue en defensa propia?

Desde la primera llamada telefónica que le hizo a un vecino minutos después de que le disparó a Steenkamp, en las primeras horas del 14 de febrero de 2013, Pistorius mantuvo que creyó que alguien había entrado a su casa y que creía que disparaba en defensa propia.

Nada movió esta historia, ni siquiera una semana de interrogatorios brutales en el estrado por parte del fiscal Gerrie Nel que le gritó a Pistorius: "¡Dilo! Di, '¡yo maté a Reeva Steenkamp!'".

El belicoso Nel, uno de los fiscales más tenaces de Sudáfrica, demandó que Pistorius viera una fotografía de la cabeza ensangrentada de Steenkamp después de que una de las balas disparadas por el atleta atravesara su cerebro.

Llorando, con la voz cortada, Pistorius se negó, y dijo: "¡No tengo que mirar la fotografía! ¡Estaba allí!".

La angustia extrema de Pistorius, que incluyó episodios repetidos de vómito durante algunas partes del juicio, pudo encabezar titulares y provocar opiniones divididas.

Pero los hechos no controvertidos son difíciles de conseguir cuando solo dos personas estaban en la casa de Pistorius en una comunidad encerrada en las afueras de Johannesburgo en la noche del asesinato: quien la mató y la víctima.

La psicología jugó un papel

La defensa destacó los efectos psicológicos que tuvo la amputación en Pistorius antes de que cumpliera un año, el divorcio de sus padres y la muerte de su madre cuando era niño.

También dijo que el retrato psicológico mostraba que Pistorius era un hombre temperamental que corría hacia el peligro, no que se alejaba de este, y que físicamente no podía huir del peligro en una situación en la que tenía que luchar o huir.

No solo un cargo de asesinato

Pistorius también enfrenta tres cargos menores de posesión de armas.

Dos denuncias de que disparó imprudentemente una pistola en un lugar público; alguna vez en el popular restaurante Tasha en Johannesburgo, y una vez desde el techo de un automóvil cuando manejaba con su anterior novia y otro amigo.

Pistorius niega culpabilidad en ambos casos. Si es encontrado culpable de esos cargos, podría enfrentar potencialmente hasta cinco años en prisión por cada cargo, aunque una sentencia menor como una multa o pérdida de su licencia de armas también es posible.

El cargo final es que tenía municiones en su casa para lo cual no tenía la licencia apropiada. Dice que las almacenaba en una caja fuerte por su padre y niega culpabilidad.

Es un cargo serio, que potencialmente conlleva una sentencia en la cárcel de hasta 15 años, pero en ese caso, también son posibles castigos menores.

Pistorius puede pedir una apelación si es encontrado culpable de cualquier cargo. El estado también puede pedir una apelación si no es encontrado culpable, aunque con mayores restricciones que el derecho a apelar de un acusado.

Richard Green reportó desde Pretoria, y Faith Karimi escribió y reportó desde Atlanta. Emily Smith contribuyeron con este reporte.

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