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El camerunés que hace 25 años cambió la percepción del futbol africano

Roger Milla saltó a la fama en Italia 90, se volvió un ícono del futbol y un símbolo de la alegría en el deporte
sáb 27 junio 2015 10:58 AM
Roger Milla
Roger Milla Roger Milla

Se podría decir que fue el emblema más poderoso del torneo que cambió la forma en la que el mundo percibía al futbol africano: un delantero camerunés bailando alegremente en la zona de tiro de esquina.

En realidad nadie esperaba mucho de Camerún en el Mundial de 1990 en Italia.

No muchos observadores casuales sabían mucho sobre Roger Milla, el futbolista veterano de 38 años que, después de cada uno de sus goles en el torneo, bailó hacia la fama.

Exactamente hace un cuarto de siglo, Milla fue el hombre del momento en el último partido de su equipo contra la selección colombiana; anotó dos goles cuando entró de cambio en la segunda mitad para sellar el triunfo 2-1 y así seguir con las hazañas de los Leones Indomables.

Después de cada gol se iba directamente hacia la esquina y giraba frente a ella como si estuviera haciendo una especie de danza makossa antes de que lo rodearan sus compañeros eufóricos.

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Se dio cuenta de que su celebración había capturado la imaginación de la gente (casi más que sus goles) y que también tuvo un efecto más amplio y más dramático.

"Sigue en la memoria colectiva… realmente cambió la percepción que el mundo tenía del futbol africano", dijo Paulo Teixeira, quien trabajaba como fotógrafo en el evento.

"El baile de Milla frente a la bandera de la esquina se volvió un éxito. Era la imagen de la alegría, de la energía positiva, de la comunicación a través del lenguaje corporal".

"Esos goles pusieron en el mapa a Camerún y, a final de cuentas, al futbol africano".

Teixeira ahora es un representante de futbolistas, nació en Zaire (ahora República Democrática del Congo) y ha viajado constantemente por toda África por su trabajo, lo que le da un entendimiento profundo del desarrollo del futbol en el continente.

El hombre de 63 años cree que las hazañas de Milla y sus amigos empezaron a cambiar la forma en la que la gente concebía la dieta y la preparación de los futbolistas.

Su desempeño y el de Camerún provocaron que los cazatalentos y los equipos vieran con nuevos ojos a los futbolistas africanos", explica. "Se demostró que podían superar todas las expectativas en términos físicos, casi desafiaban a la ciencia en términos de resistencia.

La gente empezó a poner atención a la alimentación de los jugadores africanos: no comen pan ni postres; no beben alcohol ni café; no fuman. Todo era natural: vegetales, arroz, carne blanca".

Se suponía que Milla no debía haber estado en Italia para el torneo porque había dejado la selección y había ido a las Islas Reunión para jugar.

Pero resulta que tenía admiradores influyentes y el entonces presidente de Camerún, Paul Biya, lo convenció al insistir en que lo incluyeran en la selección que iría al Mundial.

Los Leones Indomables se enfrentaron al campeón, Argentina (con todo y Diego Maradona) en su primer partido.

Lee: El racismo en la cancha contado por Yaya Touré

Milla era el segundo jugador más edad en el evento (solo detrás del portero de Inglaterra, Peter Shilton) y entró tarde a jugar en el rudo partido que Argentina ganó 1-0 y que marcó el sensacional arranque de Italia 90.

Pero Milla tenía mucho más que dar.

El técnico Valeri Nepomniachi optó por meterlo antes en el siguiente partido de la fase de grupos contra Rumania porque sabía que si ganaban, su equipo aseguraría un lugar en las finales.

Tras 76 minutos de intenso futbol, Milla ganó un rebote en el borde del área, corrió y abrió el marcador, a unos 15 minutos de haber entrado a la cancha. Allí nació una celebración icónica.

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Cuatro años más tarde, aumentaría sus logros al volverse el jugador y goleador de más edad en un Mundial al anotar contra Rusia en el Mundial de Estados Unidos.

Pero Italia 90 es el evento con el que se lo relacionará con más fuerza, al igual que Toto Schillaci, del país anfitrión, y Paul Gascoigne, de la selección inglesa.

"Tal vez su carrera no cambió en términos económicos", explica Teixeira. "Después de todo, ya había pasado la edad de jugar futbol".

"Sin embargo, se volvió un ícono del futbol… y eso es algo que el dinero no puede comprar".

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