Vestidos y alborotados… y multados en DF
Las novias y novios que se arrepientan antes de subir al altar en la Ciudad de México tendrían que pagar una indemnización a su pareja por el inconveniente, en caso de que se adopte la propuesta de un legislador.
En México, las bodas son grandes eventos sociales en los que se gastan importantes sumas de dinero en vestidos, trajes de gala, comida y grupos musicales, e incluso las iglesias son pagadas con años de anticipación.
Las bodas de más de 500 o 1000 invitados a menudo ocupan espacio en las páginas de sociales de los periódicos. Según la tradición mexicana, la mayoría de los gastos los cubre la familia de la novia.
José Antonio Zepeda, un legislador del conservador Partido Acción Nacional (PAN), propone incluir en el código civil de la capital del país que los que se arrepientan antes de la boda paguen una compensación.
"El que rehusare a cumplir su compromiso de matrimonio, pagará los gastos que la otra parte hubiere hecho con motivo del matrimonio proyectado", dice la propuesta de Zepeda.
El legislador también pretende darle carácter legal a los acuerdos prenupciales, con la esperanza de facilitar los arreglos de divorcio en caso de que la pareja decida separase más adelante.
"Lo que se busca es evitar el desgaste emocional, abaratar el gasto en abogados y acortar los tiempos en tribunales", dijo Zepeda a Reuters el viernes.
La tasa de divorcios en México, cuya población de 107 millones de personas es mayoritariamente católica, va en aumento.
Actualmente, tres de cada 10 matrimonios terminan en divorcio, mientras que en la década de 1970 la tasa era de sólo uno de cada 10, explicó el legislador.
Se espera que la propuesta de Zepeda sea votada por el Congreso de la Ciudad de México en marzo o abril. De aprobarse, sólo aplicaría para parejas heterosexuales en la ciudad, que en el 2006 legalizó las uniones homosexuales.
