¿Peces de adorno? negocio desaprovechado
En uno de cada 10 hogares de EU existe una pecera, y ese país es el mayor importador de peces ornamentales del planeta, con un mercado de 1,000 MDD, que México deja escapar, pese a que en el país hay potencial para la cría de peces, pues aún no se desarrolla una red de empresas ligadas a la acuariofilia.
“Éste es uno de los casos en los que en vez de enfocarnos a la promoción, debiéramos destinar recursos a la creación de oferta exportable”, explica José Santamarina, director de Promoción Internacional de Bancomext.
En 2006, EU importó peces ornamentales por 48.4 MDD, 5% más que en 2005. Sus principales proveedores son Singapur, Tailandia, Indonesia, Filipinas, Hong Kong y Japón.
Gracias a la acuariofilia, en EU se comercializan 730 especies de peces de agua dulce y 809 marinos. Además de complementos como alimentos, medicinas, peceras, corales, anémonas y caracoles.
México desaprovechó la riqueza de sus recursos naturales, entre ellos el pejelagarto, un pez óseo primitivo que habita en las aguas dulces de Tabasco que se ha puesto de moda y tiene potencial de exportación, según varios comercializadores.
Pero hay limitantes como que los permisos de exportación tardan más de 30 días, el alto costo del transporte aéreo, o la opacidad de reglas para explotar estos productos.
En tanto, en los hogares mexicanos hay cada vez más aficionados a la crianza de peces como los llamados payaso, damiselas, disco, japonés o tiburón. “Se importa 70% de las especies”, dice Javier Martínez, encargado de ventas de acuarios Pinino, en el DF.
México importó 13.7 millones de peces ornamentales por 4.4 MDD de enero a noviembre de 2006 (31% más en valor que en 2005). Pero, por ahora, al negocio de la crianza de peces ornamentales en México se lo sigue llevando la corriente.