Wall Street, la carrera contra el tiempo
La crisis de Wall Street y su impacto mundial son producto de una serie de factores de la nueva economía como el cambio tecnológico acelerado y la capacidad de alcance global, que han rebasado a los participantes del sector financiero y a los reguladores gubernamentales, afirma Alvin Toffler, autor y futurólogo estadounidense.
Toffler, futurólogo de cabecera del empresario Carlos Slim, explica que detrás del quiebre de la economía de Estados Unidos está el factor “tiempo”, el cual se ha visto afectado por la velocidad con la que se llevan a cabo las operaciones financieras.
“El sistema financiero opera a velocidades tan altas que existe muy poco tiempo para que los seres humanos se sienten y piensen las decisiones que deben de tomar”, dijo el especialista del futuro vía telefónica, desde su oficina en Los Ángeles.
“Existe una aceleración de la actividad económica, para bien o para mal, y lo que vemos es como un carro que pierde el control y el conductor que es demasiado lento para enfrentar los procesos económicos que tienen lugar a velocidades tan altas”, añade.
Toffler, uno de los primeros intelectuales que anticiparon el arribo de la era de la información a finales del siglo XX, advirtió que la crisis financiera rebasa las dimensiones geográficas pues sus implicaciones van más allá del territorio estadounidense. Y lo más preocupante, el mundo no está preparado para ello.
“Esto no es un fenómeno de Estados Unidos, esto tiene repercusiones globales y no tenemos los arreglos ni los mecanismos globales para poder enfrentarlo. No tenemos instituciones mundiales capaces de monitorear el despliegue de los avances económicos ni de los desastres económicos”, señaló el autor neoyorquino.
Toffler prevé que la crisis estadounidense y el rechazo del paquete de rescate por el congreso de EU tendrá más repercusiones globales que cualquier otro desastre económico previo. “Ya sea Japón. Rusia, México o cualquier otro lugar, el mundo siente los temblores de lo que ocurre en Washington y lo que ocurre en Washington claramente no está siendo entendido por los economistas” .
El futurólogo advierte que el sector financiero creció más rápido que los demás componentes de la economía y escapó a lo que hubiera sido un esquema deseable de regulación.
